RNE es otro acrónimo conocido por todos, que ahora lleva añadido “75” y la coletilla “contigo”, y del cual no hablaría si no fuera porque esta mañana he realizado otra de mis visitas a gente que vivió hace 75 años aquella época y que me han hecho ver como el Estado trata de borrar la memoria del pueblo por todos los medios.
Con el RNE 75 infunden en el subconsciente y en la historia que antes no hubo radio, que todo arranca de la creación de Radio Nacional por Franco. Como están haciendo los de la Real Academia de la Historia con el Diccionario Biográfico. Todo repetido cansinamente con voces y música agradables según los enunciados de Goebbels y Herrero de Miñón para la memoria.
Claro que llevan ya 75 años y no consiguen que los españoles recordemos solamente lo agradable. Por dos motivos: porque lo agradable generado por el pueblo fue anegado por la barbarie y porque las cicatrices de nuestras heridas son tan grandes y tan mal curadas que siempre nos están recordando que tenemos necesidad de verdad, de justicia y de reparación.
Hoy he conocido otro caso de una familia muy joven destruida. Primero el terror les hace huir hasta llegar a Málaga, luego la carretera a Almería, luego la vuelta con la falaz promesa de que no tienen nada que temer, a su llegada a Ronda la detención, la cárcel, el paripé de juicio y la condena por rebelión militar. Una viuda, un hijo pequeño y otro a punto de nacer. Una historia repetida tantas veces que dejó España llena de mujeres vestidas de negro para toda la vida.
La gran esperanza de la regeneración de España truncada por las bombas y el ametrallamiento desde barcos y aviones y el asesinato de las gentes que lo único que querían era vivir, saber, trabajar, estudiar, prosperar.
Y mientras yo estaba con estas personas se oían las televisiones de varios vecinos que incansablemente repetían “RNE75 contigo” y mi interlocutor me decía que eso no valía para su padre y otros familiares también asesinados hace 75 años, ni para su madre muerta de pena, ni para él ni para su hermano que nunca conoció a su padre.
Y me recordó la utilización de la radio por Queipo de Llano, contando mentiras y patrañas, llenando de horror y terror a toda Andalucía con sus moros, provocando en tanta gente tanto miedo y pavor que huían de sus pueblos dejando todo lo que tenían para salvar a su familia.
Juan e Isabel son muy mayores pero hemos quedado que voy a volver pronto para ampliar los recuerdos. Mientras tanto Juan va a buscar documentos, fotos y publicaciones que tiene celosamente guardados como parte de la memoria de aquellos horribles tiempos para que sirvan a la causa de la verdad.
Asociación de la Memoria Histórica de Ronda asociacionmemoriahistoricaronda@yahoo.es