Un número: 44,52 (faltando un 4% por escrutar). Es el de la abstención de voto en nuestra localidad. Prácticamente la mitad de los rondeños no acudieron a las urnas. Yo no soy de los que piensa: “No han venido porque no han querido, luego que no se quejen si lo hacen mal”, de hecho, ese pensamiento me parece de ser un cerril de categoría.
En casi todas las elecciones que recuerdo en lo que llevo de vida, los partidos rondeños se han pasado por el arco del triunfo la opinión de los ciudadanos. ¿Dónde se ha visto la unión de IU, PSOE y PP para que no gobierne la fuerza más votada? Me refiero al pacto antiGIL, por ejemplo. Por no hablar de las idas y venidas de Marín Lara contando con la anuencia y apoyo de socialistas y populares.
Por tanto no me extraña que mis paisanos digan: “Para que luego hagáis lo que os salga de las narices, os va a votar vuestra prima la coja”. Por cierto, que esto no es una hipótesis, es una realidad, ya se lo he escuchado a algunos.
Pero es que parece que algunos no aprenden y quieren seguir riéndose de nosotros. El PSOE de Valdenebro ha obtenido los peores resultados de la historia de su formación. El PP, después de gobernar durante cuatro años, ha ganado por primera vez en su historia. Llámenme loco, parcial o atrevido, pero a mí me parece que el mensaje que sale de ahí no es: “Teresa ponte a buscar apoyos, por activa, pasiva y perifrástica para formar Gobierno”, que es lo que algunas informaciones apuntan a que está sucediendo.
Las manifestaciones de Álvaro Carreño de Izquierda Unida, uno de los que sale indiscutiblemente reforzado de estos comicios, parecen mucho más coherentes. Carreño ha sostenido que no pactaría y que estaría en la oposición, que es donde se le ha colocado después de que los rondeños le confirmaran su apoyo cuando más difícil lo tenía, con un montón de partidos de estos que llaman de unidad popular intentando comerle el terreno. ¿Se retractará?
Un Gobierno en minoría del partido ganador me parece la opción que más se acerca a lo que se ha votado. Ahora falta llamar a la responsabilidad de muchos para que en vez de trabajar por sí mismos y por sus aspiraciones, se pongan a trabajar por Ronda buscando consensos en propuestas y políticas en vez de sillones.
