El afectado asegura que lleva varios meses reclamando lo invertido en un producto financiero sin obtener respuesta de la entidad
Al grito de “auxilio” saltaba la alarma en la sede rondeña de Bankia-Caja Madrid, ante la atónita mirada de los muchos viandantes de la céntrica calle comercial del centro de la ciudad el pasado viernes. Una empleada de la entidad bancaria salía a la calle para pedir socorro y la presencia de agentes de la Policía, ante el enfrentamiento que se estaba produciendo en el interior con un cliente que reclamaba que le diesen el dinero que tenía invertido en un producto financiero que no termina de saber explicar en qué consiste. Ante la negativa del director, Antonio G.J., ha tenido un altercado con el empleado de la sucursal que ha terminado con algunos daños en el interior de la oficina y sangre en el rostro de este cliente. Rápidamente se han personado en la zona varias dotaciones de la Policía Nacional.
Fuentes policiales explicaron que habría llegado a amenazar con lanzar una silla, aunque los empleados habrían logrado retenerlo antes de que se produjese una agresión física. La llegada de varias patrullas lograba tranquilizar la situación y ponía calma a los tensos momentos que se vivieron.
Una vez fuera, y solventado el incidente, Antonio G. explicaba los motivos de su ataque. “Me han robado”, espetaba en un primer momento, para seguidamente explicar que había acudido a sacar su dinero de la entidad. En concreto, asegura que depositó 18.000 euros, que en la actualidad se han convertido en 13.500, según la última carta de información que ha recibido por parte de la entidad, y que quedó manchada por las gotas de sangre tras el incidente. Ahora se conforma con recuperar esos 13.500 euros, aunque asegura que en el banco se los siguen negando.“Si me dan mi dinero no hay más problema”, repetía una y otra vez. Además, asegura que hace más de cuatro meses que llevaba pidiendo que le sea reintegrado ese dinero sin haber recibido respuesta por parte de la entidad. “Los ladrones se exponen a que la Policía les pegue dos tiros, pero éstos se lo están llevando por la cara”, decía Antonio, con evidentes signos de indignación por lo que le está ocurriendo.
Mientras tanto, el director de la sucursal afectada no quiso realizar ningún tipo de declaración sobre lo ocurrido en el interior de la oficina, aunque el nerviosismo era evidente entre la plantilla por lo ocurrido.
