Han pasado ya por el Tribunal Supremo cuatro de los altos cargos de la Junta de Andalucía que en teoría podían ofrecer datos sobre lo que ha sido el mayor fraude público de la historia de nuestra todavía joven democracia.
Parece ser que dos ex presidentes de la Junta, Chaves y Griñán, un ex consejero de trabajo, Viera y el “todopoderoso” Zarrías, un consejero de presidencia que presumía de que no se compraba un bolígrafo sin su autorización, no sabían nada de lo que estaba pasando mientras que a los parados andaluces se les robaba de manera sistemática miles de millones de euros.
Creyendo, y yo soy crédulo, la versión de estos señores, la verdad es que por lo menos deberían tener un gesto para con sus ciudadanos y dimitir de sus cargos, son diputados y senadores en Madrid o Andalucía y no parece presentable para el PSOE que cuatro “tontos”, que no lo son pero se lo hacen muy bien, Mar Moreno se incorporará a la lista la semana que viene, nos representen en ningún lugar porque dejan muy bajo el pabellón de Andalucía.
Hacerse el tonto para salir indemne de un asunto judicial puede ser una maniobra inteligente, incluso no censurable, pero que los cuatro pretendan tomarnos por tontos a todos los andaluces, eso ya ralla en un tomadura de pelo a nivel andaluz que la presidenta de la Junta, algún día contaré cosas que sabe del asunto, no debería permitir bajo ningún concepto.
Los “tontos” que dimitan, porque en Andalucía siempre hemos preferido un “golfo” listo que un “tonto” que no se entera de nada y aquí paz y después Susana.
