Estamos que lo petamos, que escribiría un moderno en las redes sociales a través de su Smartphone último modelo, y es que no nos aburrimos para nada. Desde que el nuevo Gobierno de la nación tomo posesión esperamos los viernes como si del concurso de moda en la televisión se tratara “esta semana el recorte es…” y ahí estamos nosotros pendientes de dónde y a qué parte de nuestra cartera nos va a tocar.
En las últimas declaraciones del Presidente diciendo “haremos lo que tengamos que hacer, aunque hayamos dicho que no lo haremos, pero si hay que hacerlo se hará” en uno de los trabalenguas en que se ha convertido cada declaración de los miembros del Gobierno y que tanto nos entretiene intentando descifrarlo. Dijo también el Sr. Rajoy que no estaba en sus planes inyectar dinero a la banca, para a continuación presentar su dimisión el presidente de Bankia y solicitar ayuda al Ministerio competente.
Y ¿quién es el presidente de ese banco? Efectivamente el Sr. Rato, ese ministro del milagro económico español que perpetró la liberalización de suelo de manera que se construía en cualquier jardín y se hacían urbanizaciones en dos metros cuadrados, el mismo que se fue de director gerente del FMI minutos antes de que lo echaran, lo mismo que ha hecho ahora de la presidencia de la antigua Caja Madrid reconvertida en Bankia a la que se ha tragado la misma burbuja inmobiliaria que él había propiciado, eso sí tras cobrar el año pasado más de 2,3 mill. de euros y con una indemnización de 1,2 mill. por su trabajo inacabado. Ahora resulta que de los 10.000 mill. que se ahorraron con el recorte en educación y sanidad, van a ir 7.000 mill. en ayudas al banco del amigo Rato, una entidad que según la bolsa vale 4.600 mill. o sea que era más fácil haberla nacionalizado y evitábamos que viniera, ahora, un presidente que había cobrado una jubilación anticipada de más de 68 mill. de otro banco y no sabemos si devolverá o no, pero seguro que de esos siete mil millones pilla algo.
Pero lo mejor de todo esto, y viendo lo que está pasando y en qué gastamos el dinero, es que parece que la crisis está tocando a su fin, ya que “hay dinero para Rato”