Estamos de campaña. Políticos poniendo carteles, carreteras olvidadas durante cuatro años para las que ahora milagrosamente encuentran dinero. En fin, ya saben, nada nuevo. A mí esto me causa tanta repulsa que no les miento cuando les digo que el manidísimo debate de todos los años acerca de donde se jugará la final de la Copa del Rey me hace incluso más ilusión.
Por ahora, las encuestas revelan que en Andalucía tenemos como poco lo que nos merecemos. La región con más paro de Europa, corrupción a espuertas y además los mismos recortes sociales que en el resto de España. ¿Cuál es según el CIS la solución? Seguir votando al PSOE, sí señor, no doy crédito.
Además, estamos votando a una señora que nos va a usar como escaparate para posteriormente asaltar La Moncloa y nos parece de lujo. Le hacemos toda la campaña publicitaria, alimentamos su ego y luego que se vaya y a tener otro Presidente interino que es con lo que a nosotros nos va bien.
Pues nada, a disfrutar lo votado queridos compatriotas andaluces. Los que vivimos fuera seguiremos intentando responder cuando nos digan ¿pero allí como seguís votando al PSOE si os está arruinando? Les diré que nos gustan los retos y luego ellos se explicarán un poco mejor los tópicos, aquello de la siesta, el trabajar poco, el PER… la paguita como forma de vida, el modelo socialista andaluz.
También es cierto que las alternativas son las que son, pocas y cobardes. El del PP ilusiona menos que un Elche-Levante en prime time. Total el PP ya ponga a quien ponga me parece que ilusiona poco. Los de Podemos son una incógnita en todos los sentidos que empezó ilusionando y que ha ido tomando un cariz vengativo y revolucionario que no a todo el mundo le huele bien. Ciudadanos se presenta como la iniciativa sensata, pero con los precedentes políticos que hemos tenido en este país, ya no sólo bastan las buenas palabras.
Y ya están todos, porque con la irrupción de Podemos, Izquierda Unida no sé a qué espera para disolverse, después de haber resultado su Gobierno en coalición con el PSOE un fiasco en todos los sentidos y para todos los públicos.
