Bárcenas está en la calle. El ex tesorero del PP, previo pago de fianza, ya se encuentra tranquilamente en su casa disfrutando de la libertad que se ha pagado. Es curioso que la mujer de Bárcenas tuviera dificultad para pagar los 70 euros de la factura del móvil pero sí los 200.000 para que su marido saliera de la cárcel.
La salida de Bárcenas de Soto del Real difícilmente podía estar más cargada de socarronería, siendo muy digna de este país. Como un héroe se plantó el señor diciendo que no se arrepentía de nada y dándole las gracias a Rajoy. “Como él me dijo, he sido fuerte” y añadió que “el PP no tiene nada que temer”.
La situación de Bárcenas ha variado poco desde que entró en la cárcel. Con sus bienes embargados no creo que hubiera sido complicado vigilarlo un poco para asegurarse de hacerle cumplir su compromiso de no salir de España. Exactamente lo mismo que ocurre ahora. El juez Ruz siempre se ha mantenido firme en denegar su libertad. Ha sido la Audiencia Nacional la que impuso la fianza de 200.000 euros que tan poco tiempo ha necesitado la esposa de Bárcenas en encontrar.
¿Por qué sale Bárcenas precisamente ahora en vísperas de elecciones? ¿Por qué justo después de que se descubran algunos intentos del ex tesorero por ponerse en contacto con periodistas, amén de una primera entrevista publicada a modo de advertencia? ¿Por qué sale además asegurando que el PP no tiene nada que temer de él? ¿Por qué esa actitud tan chulesca? ¿Por qué afirma que no se arrepiente? ¿Por qué da las gracias a Rajoy?
Recordemos que este ejecutivo del Partido Popular ha sido uno de los que más ha querido interferir con la justicia española. El control que Rajoy y los suyos quieren tener de los magistrados ha provocado incluso la salida del Fiscal General del Estado que ellos mismos nombraron. Es una situación que sobrepasa y con mucho los límites democráticos. El PP que tanto defiende la Constitución del 78 ha pretendido burlar sus mecanismos de defensa de la libertad violentando incluso uno de los principios más básicos de la Carta Magna, la separación de poderes. Ahí están los hechos, ¿coincidencias o causalidades? Que cada uno saque sus propias conclusiones.