Si es lunes o martes las Elecciones al Parlamento Andaluz ya las habrá convocado nuestra impuesta Presidenta Susana Díaz. Se escuda, la impuesta, en una supuesta inestabilidad del Gobierno, cosa que no se la cree nadie, como tampoco que piense en los andaluces antes que en su partido y en ella misma, eso no lo cree ni el que “asó la manteca” dicen en mi pueblo.
La inestabilidad es más buscada que encontrada. Lo del viaje del vice al Sáhara en otros tiempos sería apoyado por la misma impuesta, pero esta vez lo mira como algo inadecuado, aún y todo el vice, más preocupado de mantener un sillón que de otra cosa puesto que no va a volver a ser candidato, ha dado marcha atrás. Le preocupa también un referéndum que IU decía iba a ser entre sus militantes, también interruptus por no perder los sillones de las Consejerías.
La realidad es que la impuesta está embarazada, la felicito y me alegro por ella, lo que supondría una posible baja laboral ¿quién la sustituiría? El vice, de IU, algo que no le gustaría a ella. Además hay que tener en cuenta que, de romper el pacto, se encontraría en minoría, pues blanco y en botella.
Juega también la impuesta con el poco conocimiento del oponente del PP, al que conocen sólo en la sede de su partido y no todos. Con el desconocimiento del candidato de IU, al que no le da bola el propio Valderas. Con la puesta en marcha del nuevo proyecto del PA en su intento de volver al Parlamento. Con la aún no constituida dirección de Podemos, que le podría quitar muchos votos. Con el comienzo de la implantación de Ciudadanos, a los que pillaría sin muchas agrupaciones constituidas y así podríamos continuar, ya que hay muchas agrupaciones de ciudadanos que podrían organizarse como partidos si las elecciones fueran dentro de algo más de un año.
Así que no nos engañe la impuesta, las elecciones las adelanta por su propio interés personal. Le conviene ganar algo antes de intentar su asalto a liderar el PSOE a nivel nacional y presentarse a candidata a la Moncloa.