El 27 de septiembre hay elecciones en Cataluña. El Presidente Mas ha decidido que ese es el día para celebrarlas porque confía en levantar a su región de aquí a entonces. Mas, que va de sobrado hasta para esto, se va a permitir el lujo de comenzar la campaña electoral el día de la famosa Diada, la exaltación independentista más destacada de todo el calendario. Esto, teniendo en cuenta que su mayor rival según las encuestas y actual fuerza mayoritaria es ERC, podría ser un tiro que le saliera por la culata al señor Mas.
La irresponsabilidad de este líder político, unida a la torpeza, una vez más, del ejecutivo nacional presidido por Mariano Rajoy, harán culminar el día 27 de septiembre la crisis de integridad nacional más grave de este país desde que se instaurara la democracia.
Por cierto, otro que debe ir pensando en convocar elecciones es el propio Rajoy. El presidente del Gobierno y el de la Generalidad de Cataluña no son tan diferentes al fin y al cabo. Dos irresponsables, sobrados que piensan que en unos meses arreglarán todos los desmanes cometidos en los últimos años. Ya se ha dejado deslizar por ahí que Rajoy podría retrasar legalmente las fechas de los comicios hasta el 17 de enero del año próximo. Un nuevo gesto amenazante del Gobierno de quien debería ir pensando en aunar voluntades si quiere volver a gobernar.
Todo esto mientras los de Podemos se frotan las manos y el PSOE está a por uvas. Ahora a Susanita le han entrado ganas de ser Presidenta del Gobierno. Como si no tuviéramos suficiente los andaluces con su ineptitud, quiere que la sufra toda España. Pedro Sánchez parece que puede seguir subiéndose a molinos de viento o haciendo chorradas en la tele, que esos despliegues de “talante” y cercanía, parece que no han sentado muy bien a su jefa en la sombra y quiere ser ella misma la que tome las riendas. No se nos olvide tampoco otra cuestión. En Andalucía también hay que convocar elecciones. Aunque viendo la ambición sin límites de esta Señora no sería de extrañar que algún día le diera por reclamar ser Susanita I de España y V de Alemania.