Ronda

Empleados de Rilke Motor protestan contra el ERE del 84% de la plantilla

La sede de Marbella cerrará en las próximas fechas dejando en la calle a 32 trabajadores y la de Ronda seguirá funcionando con 8 tras el despido de otros 11

Los empleados portaron un ataúd como símbolo del cierre de marbella

Una treintena de trabajadores de la empresa Rilke Motor se manifestaron el pasado sábado en Ronda como medida de protesta por el plan puesto en marcha por la compañía para reducir la plantilla en un 84 por ciento. En concreto, la empresa, que cuenta con concesionarios de la marca Ford en Ronda y Marbella, tiene previsto cerrar su sede en la Costa del Sol y reducir en Ronda, tras el inicio de un Expediente de Regulación de Empleo.

Los empleados de Marbella, que llevan varias semanas convocando movilizaciones, exigen que se les pague los salarios atrasados y que no se cierren las instalaciones, ya que consideran que todavía hay trabajo suficiente como para seguir funcionando, aunque achacan la actual situación a “una mala gestión” por parte de los responsables de la empresa.

Esta semana empresa y representantes sindicales mantuvieron la primera reunión dentro del periodo de consulta del ERE. En la misma, la dirección de Rilke Motor anunció su intención de presentar un concurso de acreedores y aseguró que no cuenta con recursos para pagar las indemnizaciones. Sin embargo, desde el sindicato CCOO se afirma que el máximo responsable de la empresa, Jerónimo López, cuenta con bienes suficientes para hacer frente a estos pagos. “Nos ha dicho que no tiene dinero y pretende que nos pague el Estado, pero no es así”, afirmó Francisco Sánchez, representante sindical de CCOO.

Por su parte, el concesionario de Ronda también atraviesa una difícil situación, aunque la intención es que continúe abierto. La empresa pretende despedir en este caso a 11 trabajadores, y mantener a los 8 restantes.

Mientras tanto, Jerónimo López, consultado por este periódico, se reafirmó en que no puede hacer frente a los despidos. Además, aseguró que fueron los propios trabajadores de Marbella los que presentaron una demanda de autodespido, debido al retraso en 15 días en el pago de las nóminas y dos pagas extraordinarias que la empresa no abonó. “Ante esto poco puedo hacer”, señaló López, aunque reconoce que, de un modo u otro, la empresa habría acabado cerrando debido a la disminución de las ventas. “Tenemos solo un tercio de los ingresos que había antes de que comenzara la crisis”, apuntó.


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