La denominada ‘Feria del Centro’ ha registrado un importante descenso de visitantes, tras quedar reducida a la plaza del Socorro y la calle Lorenzo Borrego, al quedar prohibida la instalación de barras en la plaza Carmen Abela.
No obstente, la alegría la celebración se trasladaron al centro desdel la tarde el miércoles de feria, don el rebujito volvía a ser el tran triunfador de la feria, con macetas a seis euros, y muchos carros y bolsas de los hipermercados, y es que sigue estando la imagen del botellón particular de cada uno de los grupos de amigos, con el objitivo de poder ahorrar unos euros.
Las opiniones son muy variadas sobre la nueva feria del centro, desde los que defienden que el ambiente es mucho más tranquilo y se puede disfrutar sin los temidos empujones, a los que consideran que se ha perdido la ensencia de la feria del centro, reduciéndola a la mínima expresión.
A pesar de esos matices, fueron muchos los rondeños y visitantes que se decidieron a disfrutar de la feria, con una capa de manzanilla, los vinos dulces malagueños y el rebujito, sin que faltase la apreciada cerveza.
En esta ocasión, muchas familias decidieron bajar al centro antes, para comer en los muchos bares que han decidido premiar el copeo tradicional, como la ocurrido en la plaza Carmen de Abela tras las prohibición de colocar barras en la calle.
A ritmo de sevillanas y rumbas, se encontró el momento adecuado para compartir un momento de conversación y charla con los amigos, mientras los trajes de flamenco y gitana daban un colorido muy especial.
La feria de centro vive un ambiente diferente, a la espera de que el sábado tenga su gran día, cuando miles de personas que congregan en el centro de la ciudad.
En definitiva, una forma de vivir la feria que, aunque con menos afluencia, sigue teniendo un gran respaldo entre la ciudadanía, en esta ocasión, sin que se hayan producido incidentes de relevancia. Lorenzo Borrego y plaza del Socorro volvieron a congregar al gran público.