El último tramo de la carretera entre Ronda y Ardales fue inaugurado el pasado lunes por el Consejero de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, Luis García Garrido, en un acto que tuvo lugar junto a la venta de ‘El Cordobés’, con la asistencia del equipo de gobierno municipal, encabezados por el alcalde de la ciudad, Antonio Marín, y la diputada nacional, Ana Fuentes.
Tras cerca de 20 años de obras, y unos 10 años de retraso en el tramo abierto al público, el tráfico comenzó a pasar por este tramo de 4,7 kilómetros, que supondrá una reducción de unos diez minutos en el tiempo de viaje entre Ronda y Málaga, además de conllevar una notable mejora en la comunicación de la ciudad con la A-92 en su conexión con Antequera.
La Junta de Andalucía ha invertido 11 millones de euros en la construcción de este tramo, donde se destacó por parte de Garrido, la mejora en la seguridad que supone con respecto al trazado anterior, aunque, en los primeros días de funcionamiento ya se ha producido un primer accidente, que tuvo lugar en la intersección que se ha construido para conectar este tramo con la carretera A-7278, que une la localidad de Campillos con Ardales y Málaga.
La nueva conexión cuenta con una plataforma de 11 metros, lo que supone una importante mejora con respecto al sinuoso trazado que durante años se ha tenido que seguir utilizando, debido al retraso en la construcción en este tramo. No obstante, se insiste en que se ha incrementado la durabilidad de la obra, lo que se cree que reducirá los futuros gastos de conservación.
Por otra parte, en el informe sobre el proyecto se explica que las condiciones geotécnicas de los materiales existentes en el trazado han sido bastante desfavorables, lo que ha obligado a utilizar diferentes soluciones técnicas, como la construcción de zanjas drenantes, para recoger el agua que pueda infiltrarse en el terreno y canalizarla mediante una red de 16 kilómetros de drenajes y pozos, dándole salida a través de 26 desagües naturales.
Además, también se explicaba que se han invertido 236.556 euros para la restauración paisajística, con el objetivo de alcanzar una mayor integración de la carretera en el entorno natural por el que transcurre. Incluso, se ha utilizado en el enlace con la A-357 un tramo experimental, con aplicación de residuos de hormigones y de demolición procedentes de la construcción como material constitutivo de los firmes de carreteras, “lo que supone una apuesta por una construcción más ecológica”, afirmó Garrido.
El consejero hizo una breve alusión al retraso acumulado en la construcción de este tramo, señalando que “los tiempos no son los que necesita el ciudadano, y deberíamos ser más ágiles”.
Mientras tanto, han aparecido las primeras quejas de los conductores que han utilizado el nuevo trazado, donde se hecha en falta la construcción de un carril para vehículos lentos, dada la prolongada subida existente en sentido Málaga y que se inicia en el cruce construido junto a la venta de ‘El Cordobés’.
De igual modo, otros usuarios se han quejado de las irregularidades que presenta el nuevo tramo en su piso, al tiempo otros apuntaban a que todavía se estuviese colocando parte de la señalización vertical cuando ya se había abierto la vía al tráfico.
Con esta actuación también se pretende descongestionar la actual carretera entre Ronda y San Pedro como conexión con Málaga, y es que muchos conductores, a pesar de tener un recorrido mucho más largo, preferían elegir este trazado, debido a las pésimas condiciones de conservación que presentaba trazado que ahora ha sido eliminado.
Por su parte el alcalde de Ronda, Antonio Marín Lara, señaló que “después de tantos años es una alegría enorme para todos los vecinos de la zona ya que ha sido mucho el tiempo hemos tenido que padecer este tramo tan peligroso y espero que todos los rondeños la disfruten con mayor seguridad y confort”. Destacó la importancia de reducir el tiempo de llegada desde la comarca rondeña a la capital, “que se reducirá aún más con el anuncio que ha hecho el consejero de la licitación del tramo entre la gasolinera de Río Grande y el cruce de Zalea que nos evitará al menos otros veinte minutos de camino dejando el viaje en unos 45 minutos”.