Después de dos años donde la noche del Miércoles Santo tuvo el mal tiempo como protagonista la Hermandad del Cristo de la Sangre ha visto compensado este tiempo con un impresionante desfile procesional por unas calles repletas de público.
El desfile ha contado con la peculiaridad de recuperar la tradición de que se apagaran las luces de la calle al paso de la Hermandad lo que ha hecho de la Estación de Penitencia del Silencio, una procesión llena de estampas realmente impresionantes con el único sonido del silencio interrumpido por las cadenas de los penitentes.