El párroco de la iglesia de San Antonio, del barrio de la Dehesa, se llevó una desagradable sorpresa cuando se disponía a entrar al templo para oficiar la primera misa del pasado domingo. En la noche del sábado varias personas entraron en el edificio y se llevaron unos 200 euros, después de ocasionar diversos destrozos. “Entraron por la puerta de la azotea, que estaba forzada”, apunta el sacerdote, Rafael García, que empezó a sospechar cuando vio que las luces permanecían encendidas por la mañana.
Tras la denuncia hecha por el párroco, la policía ya investiga los hechos. Las huellas encontradas hacen pensar que fueron varios individuos, y probablemente, menores de edad. “Parece que tenían unos 15 o 16 años”, señala. El responsable de esta parroquia, una de las más nuevas de Ronda, ha podido trazar con exactitud el recorrido que hicieron los ladrones en el interior de la iglesia siguiendo la pista de las puertas que fueron forzadas. De esta forma, explica como registraron las diferentes dependencias, desde los salones destinados a las diferentes actividades y reuniones hasta el mismo sagrario, pasando por el despacho del sacerdote, donde se hicieron con el botín, procedente de partidas como la celebración de la catequesis y los fondos para Cáritas, según explica García.
Sin embargo, el afán de los asaltantes no parecía sólo el de conseguir dinero, ya que también despojaron a la imagen de la Virgen la Paloma de su rosario y a la del Cristo de su potencia, aunque en este caso la dejaron en el interior del templo. También otra imagen de la Virgen sufrió daños, ya que le arrancaron la corona y la rompieron, según el párroco. Además, también se llevaron las llaves de todas las estancias.
Finalmente, los ladrones salieron a la calle por una puerta de emergencia, dejando tras de sí el visible rastro de sus actos.
