El Pleno de la Corporación municipal de Ronda tomó ayer conocimiento de la dimisión de los concejales del PSOE, Antonio Marín Lara, Francisco Cañestro, Rafael Lara y María José Martín de Haro, que tras su detención y puesta en libertad con cargos en el marco de la denominada operación Acinipo, tomaron la decisión de dejar su acta de concejales para poder afrontar este proceso con las mejoras “garantías”, según explicaron en los comunicados que cada uno de ellos remitieron a la dirección provincial del PSOE.
Ayer, cuatro de los siete bancos socialistas permanecían vacíos a la espera de conocer los nombres de quiénes los ocuparán. Aunque las sustituciones podrían ser más, ya que el todavía edil Ruben Morales, tendría prácticamente decidido el abandonar también la política en activo y dejar de ser edil. Pero su marcha no podría ser la única. Fuentes socialistas apuntaron a que otro de los tres ediles que todavía forman parte del grupo municipal, Francisco Calvente, también se estaría planteando seriamente la posibilidad de dejar su acta. A ello se une la renuncia que ya ha presentado de forma oficial en el Ayuntamiento de Ronda Lidia García, lo que supone su renuncia a tomar posesión como concejal del PSOE, obligando a correr lista y posibilitar la entrada de Carlos Mirasol. Todo ello siempre que no se produzcan más renuncias en los nombres previstos para las sustituciones, que serían la esposa del exalcalde, Josefa Valle, y Alberto Orozco, Margarita Perujo y el propio Mirasol. En caso de alguna renuncia más, la siguiente sustituta sería la también exconcejal, Yolanda Ramírez.
Mientras tanto, los integrantes del 15-M de Ronda también protagonizaron su particular protesta a las puertas del Consistorio rondeño. Allí dejaron depositados una figura del Puente Nuevo sobre el Tajo pintado de negro y con lágrimas en su bordes, en alusión a los hechos ocurridos recientemente en la ciudad.
