Nacho Garay
El departamento de notificación del Ayuntamiento ha estrenado hoy nuevas motocicletas, que han tenido un coste de unos 2.500 euros. En este sentido, el delegado municipal de Personal, Francisco Cañestro, ha explicado que la nueva adquisición no tiene nada que ver con un posible incremento del volumen de trabajo.
Además, aseguró que este hecho responde a una necesidad “histórica” de los empleados del departamento, que contaba con una motocicleta de bastantes años de antigüedad. Ahora, el responsable municipal espera que los notificadores puedan mejorar la eficacia en su trabajo. Para ello, también se incrementó la plantilla de 3 a 6 trabajadores.
Mientras tanto, la noticia ha sido motivo de numerosos comentarios en los mentideros políticos, donde se han llegado a hacer apuestas sobre quién será el primero de los ediles el recibir la visita del ‘motorista’ con su nuevo vehículo.
Gastos necesarios
Nacho Garay
Esta vez espero que nadie ponga en duda la absoluta necesidad del último gasto realizado por nuestro equipo de gobierno, que ha gastado la cantidad de 2.400 euros (parece hasta poco con el trabajo que puede quedarles de aquí a las elecciones) en dos nuevas motos para los certificadores municipales.
Dados los tiempos que corren, y con la velocidad a la hora de manejar la pluma para firmar ceses o cambios de posición de funcionarios, cargos de confianza etc que tiene nuestro alcalde, era de obligado cumplimiento dotar a los ejecutores de tales órdenes de un vehículo más acorde con las necesidades del servicio, y sobre todo en perfectas condiciones para ser usado en cualquier momento, ya que los anteriores ya habían cumplido su misión con creces, y merecían una jubilación con todos los honores, ya que han estado currando sin parar hasta la llegada de sus jóvenes y atractivas sustitutas.
Me imagino la cara que se le ha quedado al ver las nuevas adquisiciones a más de uno, posible receptor de la misiva que porten los briosos corceles mecánicos.
En medios cercanos al consistorio ya han empezado a cruzarse apuestas para adivinar quién será el “afortunado” o afortunada que reciba la primera visita de las nuevas joyas de la corona municipal, para la comunicación de algo más que de la celebración de un tedioso pleno ordinario.