Los padres de 33 alumnos con dificultades para el aprendizaje del instituto Gonzalo Huesa han denunciado la pérdida de horas de apoyo que están sufriendo sus hijos desde el inicio del curso escolar. Esta situación se debe a la obligación del equipo de profesores especializados de impartir también clases en el colegio Juan Carrillo, donde existen otros 6 alumnos con problemas de aprendizaje.
Entre los afectados se encuentran 18 jóvenes con algún tipo de discapacidad, mientras el resto son hiperactivos o tienen sobre dotación, por lo que necesitan clases específicas para poder estar a la altura del resto de sus compañeros de clase, algo que hacen dos profesores de Pedagogía Terapéutica y un Orientador.
La decisión de compartir equipo entre ambos centros fue comunicada a finales del pasado mes de septiembre, sin que por el momento se haya producido una respuesta de la delegación provincial de Educación a las quejas de los padres, y la petición de explicaciones del propio instituto, según relataron varios padres.