Temido por algunos y esperado por otros, hoy los funcionarios del Ayuntamiento de Ronda verán como los operarios de la empresa instaladora ponen en funcionamiento el sistema de control de acceso y salida de los trabajadores municipales, que pretende acabar con las ausencias injustificadas de los puestos de trabajo.
De momento, el sistema funcionará a modo de prueba durante un mes, un plazo en el que los funcionarios deberán conocer el funcionamiento del mismo, que también afectará a los empleados de las empresas públicas y patronatos, que tendrán fichar mediante un sistema informático conectado al registro central.
No obstante, la base de datos dará un margen de confianza a los funcionarios que tengan faltas injustificadas, que podrán recuperar esas horas perdidas en un plazo de un mes, aunque para aquellos que no hagan verán como es su bolsillo el que tendrá que soportar su ausencia, ya que el sistema descontará esas horas de asueto de la nómina a percibir.
En este sentido, el delegado municipal de Personal, Francisco Cañestro, expresó su confianza en la plantilla de funcionarios, explicando que la medida únicamente persigue el transmitir a la ciudadanía que existe un control sobre el trabajo y el gasto que ello supone para las arcas municipales en sueldos. “Tengo plena confianza en los trabajadores municipales, y el 99% cumplen adecuadamente con sus obligaciones”, afirmó Cañestro.
Además, el responsable de Personal también daba a conocer que se trata del mismo sistema que se emplea en otras administraciones públicas, como es el caso de la Diputación Provincial de Málaga, y que no supone ningún tipo de intromisión en la intimidad de los trabajos, como alegaron en su momento los sindicatos municipales para oponerse al sistema de control mediante huella dactilar.
No obstante, hay quien no pierde la esperanza de que la medida no llegue a poner en marcha nunca o dure poco tiempo en funcionamiento, como ha ocurrido con el control mediante ordenador a la entrada de la Casa Consistorial, que terminó por ser abandonado tras diversos problemas de funcionamiento.
De momento, los representantes de los trabajadores no han realizado ningún tipo de manifestación a favor o en contra de esta decisión, aunque Cañestro aseguró contar con la compresión con los representantes de los sindicatos y de los propios trabajadores.
A todo ello, la ‘maquinita’, como han bautizado algunos funcionarios al datáfono adquirido, ayer ya se encontraba en el Ayuntamiento para su instalación y ocasión más de una broma entre los empleados al conocerse su llegada.