La campaña de recogida de la castaña se ha iniciado esta semana, aunque a un ritmo todavía muy bajo, porque en estos momentos es la variedad portuguesa la que se ha comenzado a recoger, de la que existen pocos castaños en la zona.
En cuanto a las perspectivas para la presente campaña, estan son bastante pesimistas, y es que según los cálculos realizados por ASAJA, se espera que la producción de este año sea un 25% inferior a la del pasado año, cuando los catañares del valle del Genal produjeron 4.200.000 kilos de castaña.
A la bajada en la producción los productores temen que le tengan añadir una menor calidad del fruto, debido a las precipitaciones que han caído en las últimas semanas, que pueden provocar que se raje la cubierta, al engordar el fruto cuando la envoltura ya está formada.
En este sentido, desde ASAJA se explicó que las lluvias habían llegado un poco tarde, lo que tiene un efecto contrario al pensado, mientras de haberlo hecho varias semanas antes, las repercusiones sobre al campaña habrían sido muy positivas.
Las castañas de la Serranía de Ronda son las primeras en llegar a los mercados, lo que hace que su precio en las primeras sea bastante competitivo. No obstante, todavía se carece de datos sobre los precios de venta de las primeras unidades.
Complemento económico
Los ingresos por la venta de la castaña forman parte de un importante complemento económico a las familias de la zona del Genal.
Son muchos los que poseen algún tipo de plantación, lo que supone añadir un extra a las rentas familiares de esta zona de la comarca.
Mientras tanto, la comercialización de este producto sigue siendo uno de los grandes handicap. Hasta ahora, la mayoría de la producción sale de los almacenes sin transformar. Únicamente una pequeña parte se destina a la producción de postres en algunas cooperativas.
De momento, los intentos para implantar una industria han fracasado.