El pasado domingo se celebraba el último de los actos previos al inicio oficial de la feria que por su significación fueron el punto de arranque idóneo para nuestras fiestas. En la mañana del pasado día 31 la Alameda del Tajo era el centro de atención de rondeños y visitantes cuando, en un flamante coche de caballos, hicieron su entrada en el parque rondeño las Damas Goyescas y su presidenta para realizar el homenaje a la figura de Pedro Romero en la estatua que preside este lugar. Rodeadas de muchos curiosos, pero también de un importante número de familiares y amigos de las protagonistas de las fiestas de nuestra ciudad, la presidenta de las Goyescas, Maite Serrato, y el alcalde la Ronda, Antonio Marín Lara, fueron los encargados de llevar a cabo este reconocimiento a tan importante rondeño con un ramo de flores y el himno de Andalucía. Posteriormente el resto de las Damas Goyescas y otras autoridades locales presentes en el acto se unieron al homenaje a los sones de un pasodoble a cargo de la banda municipal de música que la presidenta de las goyescas se animó a bailar incitada por Francisco Ruiz.
Los mismos coches de caballos fueron los encargados de trasladar a las protagonistas de nuestros festejos hasta la Iglesia de la Paz, lugar donde la hermandad de la Patrona las estaba esperando para que todas ellas recibieran, como es tradicional, la medalla de la Virgen de la Paz. El hermano mayor, Manuel Jiménez Friaza, dedicó unas palabras a los presentes pidiendo a las Goyescas que guarden un buen recuerdo de este acto y que no olvidará nunca a la Patrona de todos los rondeños. Posteriormente se procedió a la entrega de las medallas a cada Goyesca que, en vez de ser impuesta, se entregó en mano de forma anecdótica porque los peinados goyescos impedían que se les pudiera colgar al cuello.
Las Goyescas y su presidenta respondieron agradecidas a este reconocimiento regalando a la Virgen un bello broche que el hermano mayor procedió a prender de la imagen de la Paz al subir al camerín de la Iglesia en compañía de la presidenta y entregar también un ramo de flores. El acto terminó con un emotivo recuerdo a uno de los familiares de una de las Goyescas que emocionó a los presentes y con las fotografías de todas ellas posando junto a la Virgen de la Paz que fue recogida por muchos de los presentes como un recuerdo imborrable para estas jóvenes de la ciudad.
Fue una mañana emotiva y muy especial para las diecisiete goyescas y su presidenta y preludio de una semana llena de momentos inolvidables donde están recibiendo el cariño de todos los rondeños.