En uno de nuestros habituales mini cafés me cuenta el Josua que ya ha descubierto que es en realidad ese edificio que existe frente a la piscina cubierta. No el aparcamiento de camiones y autobuses, sino el edificio de madera deteriorada con un laguito con plantas delante y un cartel que pone “Centro Interpretativo y Museístico del Mueble Rondeño”. Muchas veces, el Josua, como todas las personas que viven en Ronda, se ha preguntado que es “eso”, para que sirve, como es posible que ahora quieran gastarse unos 230.000 euros en su remodelación y arreglo.
En realidad, para explicar lo que de verdad es el edificio es necesario fijarse en unas enigmáticas letras sabiamente descolocadas junto al texto anterior, dice “M R”. Ahí está la clave según el Josua.
Lo de Centro Intepretativo…etc no fue sino la justificación de la subvención para la construcción de una obra única posiblemente en el mundo, un atractivo turístico que, cuando se ponga en marcha, dejará en pañales la iluminación de las paredes del Tajo y los vuelos sin motor de las aves del tinglado de cetrería en Blas Infante, un espectáculo sin igual que unirá Desarrollo Sostenible con Turismo Biológico.
Ante las expectativas que me estaba generando, ya no pude contenerme, “o me cuentas de que se trata o no tomo más cafés contigo” le dije al Josua.
En realidad, me dice el Josua, Lo de Centro Intepretativo…etc , es solo un cartel que no se sabía donde poner y se ha dejado pinchado ahí, lo importante es “M R” que significa “Mirador de las Ranas”. Esta corporación, fiel a su estilo de siempre, no engaña a nadie, en realidad, se ha construido un Mirador-Criadero de Ranas que ahora, con los 230.000 euros que van a llegar, se va a dotar de teleobjetivos y sillas que se colocaran en los ventanales que se asoman al laguito con plantas donde viven las ranas. Se habrá creado el primer centro mundial de Turismo Ranil, imaginemos lo que eso supondrá para Ronda, un espectáculo continuo de croar de ranas. Como las ranas tienen costumbres nocturnas, el espectáculo también se hará de noche. Esto va a ser un “No parar”. Podemos imaginar cientos de miles de japoneses asomados al mirador contemplando cientos y cientos de ranas envuelto todo en un sonido natural de croa que te croa. Incluso por el módico precio de un euro se puede proponer a los turistas que besen a una rana, por si acaso se destapa algún príncipe enrranado, casan bien y emparentan con la nobleza. Seguro que caen otros muchos miles de euros de origen ranil.
Se puede unir ese espectáculo sin igual en el mundo con una visita guiada a una cosa histórica que seguro, la mayoría de turistas japoneses o europeos no han visto nunca, un “paso a nivel con barreras” situado a pocos metros, junto a un supermercado y una piscina cubierta. Si a ellos unimos otro gran espectáculo en la “rotonda nunca terminada” como puede ser unir los autobuses del Martin Rivero con un trailer intentando dar la vuelta a la rotonda, el Josua está seguro que puede ser que estos espectáculos atraigan más gente que la famosa Plaza de Toros de Ronda.
Para que luego digan que esta corporación municipal es poco sensible a los temas medioambientales. Y más cuando se unen con el turismo.
