Pensaba que la capacidad para sorprenderme que tenían los sindicatos españoles había llegado a su límite, pero estos asalariados de la petición a deshora y el trabaja tú que yo lo hago por ti, eso sí sin madrugar mucho que sino no estoy fresco, han conseguido sorprenderme nuevamente y no se ya cuantas van.
La primera fue cuándo soltaron, sin ningún reparo, que los abuelos dejasen de cuidar a sus nietos el día de la huelga general convocada para el 29 de septiembre. No se qué pretenden conseguir con esto (ya que en Alemania los sindicatos pagan a los trabajadores el día que no trabajan por la huelga, pero aquí el que pierde el dinero es el trabajador, quizá por eso convocan huelgas a destiempo) no creo que la seguridad social deje de pagar ese día a los sufridos abuelos con lo que el ahorro para sus arcas, tan necesitadas, sería importante. Pero como esas horas no las pagan ¿qué pretenden?
Por otro lado les han pedido a los curas que secunden la huelga (sí, han leído bien, con la iglesia hemos topado amigos Méndez y Toxo) lo justifican diciendo que el fin de ambos es el mismo “luchar por los más pobres y necesitados” y se quedan igual.
Queridos sindicalistas, tras esta muestra de amor y compañerismo que habéis demostrado hacía la Iglesia y reconocer que luchan por lo mismo que vosotros, cada uno a su manera, esperamos que cuándo os pregunten en los próximos presupuestos generales del estado que están a punto de discutirse, no volváis a pedir que quiten las asignaciones para la iglesia y os la entreguen a vosotros, ya que según vuestras propias palabras, “los sacerdotes luchan por lo mismo que nosotros, por lo que deberían secundar la huelga” Pues eso, dejémosle el dinero a la iglesia para hacer esa labor que tanto valoráis, o renunciad vosotros a vuestra parte, para ser todos iguales.