Hoy quiero compartir con vosotros un poema que más que un poema y versos ordenados es una verdad, un grito y una esperanza. Una voz que se alza para recordarnos que, como actores de nuestra propia vida, siempre tendremos la posibilidad, por mínima que sea de elegir y cambiar nuestro día a día, de elegir nuestra rutina, nuestra utopía particular. Son palabras que aluden a la juventud, a los comienzos de la vida adulta y del pensamiento propio y crítico.
¿Qué les queda a nuestros jóvenes? Muchos diríamos que les queda tiempo y vida, posibilidades aún por inventar, retos y aprendizaje. Al fin y al cabo les queda el presente, que siempre es el mismo aunque difiera, y un futuro incierto que forjar por sí mismos. Y pienso, qué mejor que comenzar este viaje de crecimiento y desarrollo de la mano de las inquietudes que van naciendo, de la creatividad que nos hace imaginar caminos nuevos y diferentes a los marcados por pisadas anteriores al igual que de la capacidad para preguntarnos el porqué de las cosas, para ser críticos, constructivos y sorprendernos. A pesar de ello, es decir, a pesar de que “elegir poder elegir” sea la opción más libre o sabia, también será normal que a veces tengamos la sensación de nadar contracorriente en esta búsqueda de, como diría Benedetti, hacer futuro a pesar de las ruinas del pasado y los sabios granujas del presente.
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.
Mario Benedetti.
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