Estamos a un año exacto de que se celebren las próximas elecciones municipales. Tal día como hoy los partidos someterán sus programas al criterio de los votantes; unos para destacar el éxito de su gestión, y los demás para criticar los errores y asignaturas pendientes del rival político. Tal vez peco de imparcial (de sobra saben los lectores que milito en el Partido Popular y como tal expongo de mis opiniones) pero, a pesar del exultante e infundado triunfalismo de nuestros gobernantes, un repaso a las diferentes áreas municipales arroja un panorama sumamente sombrío y desalentador.
Economía y Hacienda: Nuestro ayuntamiento carece de un presupuesto actualizado, ignorando la norma más elemental de cualquier administración que gestiona impuestos de los contribuyentes. Las noticias que se reciben son alarmantes: Según la oposición municipal debemos en torno a seis millones de euros a proveedores (cantidad similar a la que recibió Ronda en el primer “Plan-E” de Zapatero). Me cuentan que esta misma semana el personal de Sevillana andaba por el consistorio intentando cobrar facturas atrasadas, y que el premio del concurso de saetas se pagó con un año de retraso.
(Des) Empleo: Más de cuatro mil desempleados en la ciudad, cifra record que supone una tasa del 30 % de paro que los planes de empleo acometidos desde el ayuntamiento no han conseguido reducir. Sin empleo estable los bancos no dan créditos ni hipotecas. La tercera parte de los agraciados con una vivienda de VPO no logró financiación para acceder a ella. Consecuencias: Sin empleo y sin vivienda la gente emigra a cualquier parte donde haya la más mínima oportunidad de trabajar. Exportamos rondeños que generarán riqueza en otras localidades con mayores posibilidades de empleo.
Turismo: El principal recurso económico de Ronda se encuentra estancado y sin norte. Por su dirección han pasado cuatro responsables en tres años de gobierno. La última se fue dando un portazo. Así es imposible fijar estrategias ni cumplir objetivos. Seguimos sin seleccionar al cliente turístico por su poder adquisitivo y somos una excursión más del turista que visita la Costa del Sol. Proyectos de élite como el Circuito Ascari se desvanecen y están despidiendo personal.
Educación y Cultura: Después de perder las Escuelas de Magisterio y Fisioterapia, los propios alumnos de la Escuela de Enfermería dudan que puedan terminar su licenciatura en Ronda. Los Cursos de Verano de la pasada edición no llegaron a alcanzar ni el medio millar de alumnos; triste final para una actividad en la que Ronda destacó como la tercera ciudad por número de alumnos entre las organizadoras de este tipo de eventos. La deuda actual con la Universidad de Málaga asciende a 180.000 euros. La Escuela de Español para Extranjeros está bajo mínimos y el Palacio de Congresos de Santo Domingo es deficitario. A pesar de ello nos postulamos como sede del “I Festival de Cine Político”.
Infraestructuras: Absolutamente nada de la tres veces prometida “nueva carretera a la Costa del Sol”, que últimamente alcanzó el rango de “Autovía de Peaje”. Sin fecha para la llegada del AVE y, tras las últimas medidas adoptadas contra la crisis por el gobierno de Zapatero, nada indica que Ronda vaya a quedarse al margen de los temidos recortes anunciados.
Comercio e Industria: En los tres años de legislatura no se ha instalado en Ronda ni una sola industria nueva y se sigue demorando –sine die- la construcción del Eroski. Se anunció a bombo platillo que el centro comercial crearía más de mil puestos de trabajo, pero al día de hoy la gran superficie podría estar reconsiderando su intención de instalarse en nuestra ciudad. Solo hay vagos anuncios que se dilatan en el tiempo, sin que parezca que las obras se vayan a iniciar a corto plazo. La Delegación de Fiestas hizo la competencia a los empresarios rondeños con la “Feria de la Gamba” y suprimió la Real Feria de Mayo precisamente cuando se conmemoraba el quinto centenario de su historia. Todo un éxito.
Urbanismo: Se prescindió del apoyo del Partido Popular, con el que los andalucistas comenzaron la legislatura, con la excusa de que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana se encontraba estancado, pero al día de hoy se sigue sin publicar el texto definitivo. Carecemos de nuevas zonas industriales, la Ciudad Deportiva está sin concluir… Sin embargo, y a pesar de la crisis, el equipo de gobierno se gasta más de 100 millones de pesetas en derribar el Cuartel de la Concepción, pese a no ser de propiedad municipal. De las obras iniciadas sólo se ha concluido la remodelación de la Plaza de España y la espléndida rotonda del polígono industrial. Mejoras puntuales en Parques y Jardines.
Deportes: Tal vez la excepción que confirma la regla. Su delegación ha logrado mantener pruebas tan importantes como la organización de los 101 Kms., de gran repercusión económica para la ciudad, así como otras actividades deportivas de relevancia. La factura a pagar: Un exceso de gastos de casi un millón de euros sobre el presupuesto inicial del Patronato Deportivo Municipal, lo que provoca que una larga lista de proveedores cobren con más de un año de retraso.
Junto a Deportes, sólo tráfico, seguridad y participación ciudadana realizan una gestión medianamente aceptable. Por el contrario, Medio Ambiente, Salud, Asuntos Sociales e Igualdad no aportan nada nuevo: Cuatro sueldos más y un buen número de cargos de confianza en la nómina del ayuntamiento. Gracias por nada. En total, a los rondeños el Equipo de Gobierno y sus allegados nos salen por 300.000 euros al año (cincuenta millones de las antiguas pesetas).
En suma, un triste balance que contrasta con el triunfalismo infundado y delirante de nuestro regidor; tal vez el único que cree que su coyunda con los socialistas ha servido para que Ronda avance un sólo milímetro. Se inicia una inexorable cuenta atrás. Un año se antoja escaso tiempo para que el gobierno municipal logre cambiar la dramática realidad que sufre la ciudad, sobre todo cuando el panorama nacional es igual de sombrío y ayudará poco.
Espero que la alternativa política, -en este caso el Partido Popular-, no caiga en el error de esperar sentado en malecón del muelle viendo como se ahoga su adversario. Debe ofrecer ya un programa realista y ambicioso que logre ilusionar a los votantes, y presentar una candidatura sólida y experimentada que sea capaz de sacar a Ronda, no ya de la crisis, sino de la misma ruina. Sin ambas cosas no se alcanzará una mayoría suficiente para gobernar y estaríamos condenados a soportar cuatro años más de lo mismo. (Datos económicos facilitados por el Partido Popular de Ronda).
