Han levantado el secreto de sumario de la trama “gürtel” en la que no salen muy bien parados altos cargos del Partido Popular, el cual ha cerrado filas y se dedica, simple y llanamente, a echar balones fuera y a repetir, por activa y por pasiva, que es una trama que no les afecta para nada y que la culpa es de unas personas que no tienen ninguna relación con ellos, cuando resulta que está imputado el tesorero nacional del partido.
No contentos con esto, se dedican a intentar hacer ver a la gente que es una trama urgida desde el propio Gobierno y culpan a mandos policiales de manipular pruebas para que salgan datos que inculpen a los populares en actividades ilícitas.
Corruptos los hay en todas las profesiones, panaderos que engordan el peso del pan, contables que engañan al jefe y se queda con parte del dinero, periodistas que se inventan noticias para cobrar exclusivas y así un largo etcétera. Pero cuando esto ocurre en la política la cosa es un poco más grave, ya que ellos son servidores públicos y deben aportar, aparte de ideas para que todo vaya mejor, ejemplo de cómo se deben hacer las cosas. Aquí no sirve el todo vale para hacerse rico, ya que hay varios fallos en ese caso.
Debemos revisar urgentemente muchas cosas pero una de ellas es, sin duda, la financiación de los partidos. Por que sí bien en todos lados cuecen habas, que exista la creencia general de que “todos” los políticos lo único que quieren es hacerse ricos, afectará gravemente a la democracia ya que ésta se sustenta sobre unos cimientos en los que dice que el poder reside en el pueblo y éste elige a sus representantes, pero si hacemos creer que no sirve para nada esa afirmación y desencantamos a las personas para que vayan a votar nos la estamos cargando. Y aunque no es perfecta, la Democracia es el mejor sistema que hasta ahora conocemos. Cuidémosla.