Cuentan, que tanto el Alcalde como su adlátere, Paco Cañestro, andan bastante preocupados por el imparable ascenso del paro en Ronda, que pone de manifiesto la precaria situación económica que se vive en la ciudad. Cuatro mil parados son muchos parados para una ciudad como Ronda (-casi el treinta por ciento de su población activa-); una cifra que, por desgracia, ya no causa novedad a nadie, y que se ve agravada por esta puta crisis de la que no sabemos cómo ni cuándo saldremos. De poco habrá servido suprimir la Feria de Mayo y el famoso “Plan E” de Zapatero para estimular la economía si al final acabamos peor que al principio.
Desde todos los foros empresariales se viene insistiendo, reiteradamente, en la necesidad de diversificar la actividad productiva de Ronda, excesivamente dependiente del turismo y de la construcción en la Costa del Sol. Es necesario buscar nuevas alternativas y explotar todos nuestros recursos. Ese mismo discurso se lo venimos escuchando también a todos los partidos cada vez que llega una campaña electoral; entre ellos, a los otrora andalucistas y ahora neoconversos al socialismo. Aquellos que ganaron el escaño bajo las siglas del PA y que luego justificaron su integración en el partido socialista por el “progreso” de Ronda. ¿Recuerdan? Ahora tienen la oportunidad de convertir en trigo las promesas.
¿A qué esperan, por ejemplo, para convertir en realidades tangibles esa pujante industria del mueble rondeño que predicaron hasta la saciedad; o para construir la nueva carretera con la costa, -tres veces prometida y ni siquiera empezada-, o para reclamarle a la Junta aquella Ciudad Agroalimentaria que al final se llevó Antequera?… Siempre lo mismo: Por la noche mucho, y por la mañana nada.
Es de justicia buscar culpables de tanto desatino y exigir responsabilidades por una situación que, lejos de ser nueva, se ha convertido en el -destierro laboral- de muchos rondeños, abocados a jugarse diariamente la vida en la carretera para ganarse el pan de sus hijos. Tras innumerables años de gestión al frente de nuestro Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía no hay más culpable que el Partido Socialista, que no sé dónde ve la “Andalucía imparable” de la que habla Canal Sur. Será en cualquier parte de nuestra comunidad, menos aquí, porque en los últimos años Ronda sólo es noticia por culpa de inundaciones, asesinatos o redadas antidroga.
Si Ronda no crece es porque no hay trabajo para todos y porque muchos de los rondeños que logran trabajar lo hacen a costa de soportar un contrato basura y sueldos de miseria. En los últimos treinta años se ha hecho muy poco por esta ciudad. Además, prácticamente carecemos de oferta universitaria, lo que obliga a más de una familia a destinar buena parte de su renta para mantener el -destierro académico- de sus hijos, o a marcharse con ellos fuera de Ronda y vivir en Málaga o en pueblos mejor comunicados con la capital de la provincia.
Otra preocupación que comienza a convertirse en pesadilla para el alcalde son sus antiguos compañeros de partido, aquellos que mandó al -destierro político- y que lejos de extinguirse se han multiplicado y “ya no caben en un taxi”, como le gustaba decir con sorna a Marín Lara. No le basta con haberlos dejado sin grupo municipal y casi en la indigencia económica, sino que ahora persigue amordazar sus críticas y reprimir cualquier indicio de actividad política que puedan promover. El pasado miércoles, sin ir más lejos, Daniel Harillo tuvo que dar una rueda de prensa en la calle porque el secretario de alcaldía les prohibió usar la sala de prensa del ayuntamiento para difundir el contenido de una moción dirigida al Pleno de la Corporación.
Se ve que nuestras autoridades están poco acostumbradas a la aspereza de las críticas y prefieren, sin duda, el tacto suave y dócil que le dispensan otros periódicos, radios y televisiones más afines. Queda en evidencia, -a mi entender-, su falta de talante democrático, Sr. Lara. Hay políticos que asumen que las críticas van con el cargo… y con el sueldo, pero no es su caso. No presuma Vd. tanto de demócrata y progresismo y dése cuenta que fuimos otros quienes votamos la Constitución precisamente para garantizar la libertad de expresión no solamente a los que piensan como usted, sino a cualquier ciudadano que tenga algo que decir en este país.
Lamentablemente, Sr. Marín, esas actitudes suyas de “ordeno y mando”, de intentar acallar y reprimir las críticas adversas y las iniciativas de sus opositores, le asemejan más a Fidel Castro y a Hugo Chávez que al –líder- que Ronda necesita, hoy más que nunca. Deje de perseguir a disidentes, a la oposición, a los ciudadanos que le critican en el turno de ruegos y preguntas de los plenos… incluso deje de perseguir con la grúa municipal a los conductores rondeños.
No convierta en su cortijo privado la verdadera “Casa del Pueblo”. Al fin y al cabo, si el Partido Andalucista carece de grupo municipal es porque ustedes urdieron su desaparición, (-felizmente malograda-), porque el pueblo soberano, que es quién decide quien ocupa el consistorio, en su día le votó abrumadoramente. Desde la distancia que puedan separar nuestras ideas y opiniones, hoy yo también me llamo Daniel Harillo; y me temo que a ambos, si usted pudiera, aparte de mandarnos callar también nos mandaría al destierro.