Hace tiempo, en plena vorágine del terrorismo etarra, el Gobierno Vasco recurrió a una agresiva campaña publicitaria para contrarrestar el rechazo -a todo lo vasco- que provocaba en la sociedad la actividad criminal de ETA. La campaña invitaba a descubrir los encantos turísticos del País Vasco pero al poco de iniciarse, Fabián, un niño de corta edad, le dio una patada a una inocente caja de cartón en la que un asesino había introducido una bomba y la había dejado intencionadamente en la acera, junto a la moto de la víctima a quien inicialmente iba destinada. Al día siguiente de su muerte, Antonio Mingote publicó en su habitual sección del ABC un “chiste” en el que dibujaba el cuerpo yermo del pequeño en medio de un charco de sangre. A sus pies podía leerse el eslogan elegido para promocionar los “atractivos” del País Vasco: “Ven y cuéntalo”. La demanda interpuesta contra el humorista fue desestimada finalmente.
Aquí, en esta bendita tierra de María Santísima que es Andalucía, lo que son encantos turísticos no nos faltan; no en balde la extensión de nuestro País Andaluz es casi treinta veces mayor que el territorio de vascongado y contamos con innumerables monumentos, paisajes y argumentos turísticos de primerísimo orden, de los que presumimos con orgullo. Por lo demás, vascos y andaluces, tiene cada cual su propia identidad, costumbres y manías. Que Arzallus insiste con el rollo ese del idioma y de su “Rh diferenciador”… ¿y a nosotros qué?. Que ellos levantan piedras en sus fiestas populares… pues muy bien, nosotros bailamos por sevillanas. Que ellos, a pesar de perder tres Guerras Carlistas, aún reclaman los privilegios de sus Fueros… pues aquí, en Andalucía, veinte años antes los liberales gaditanos promulgaron la primera Constitución Española donde se reconocía que la -soberanía residía en pueblo- y no por eso vamos por ahí reclamando sanguinariamente privilegios que nos distingan. Porque aquí, gracias a Dios, no tenemos terrorismo, y el poco que hay es de importación, ese que exportan los malnacidos pupilos de Otegui y de De Juana Chaos.
Tal vez, donde los vascos nos ganan la mano sea en vías de comunicación, pues desde el franquismo sus capitales se conectan con Europa por autovía. Sin embargo, aquí tuvimos que esperar hasta la EXPO 92 para enlazar las capitales andaluzas, -exceptuando Almería, que lo haría años después, y Cádiz, capital donde todavía hay que pagar “peaje” si se quiere acceder por autopista-. Fuera de ese nivel de vertebración, a muchos de los principales municipios turísticos de Andalucía se sigue accediendo por carreteras de una sola calzada. Eso, cuando la susodicha calzada existe, y no como en el caso de Ronda, donde llevamos años transitando por una pista de tierra cuando vamos camino de Madrid.
Esta semana, gracias a los innegables atractivos turísticos que posee nuestra Ciudad, visitarán Ronda miles de “ilustrísimas y de pamplinosos”, de esos a los que les gusta -salir en la foto- y que les cuenten entre los famosos del mundo de la farándula, del cotilleo y del arte de vivir del cuento y sin dar golpe. Gente que desconoce el significado de palabras tan vulgares como “martillo, zoleta o palustre” y gustan de otras más -chics- y distinguidas: como “Rólex, Ferrari o Giorgio Armani”. Gente a la que Ronda le importa un comino y apenas nos visitará durante un par de horas para asistir a la Goyesca y luego saldrán pitando; aunque muchos de ellos ni siquiera son aficionados a los toros, sino que acuden simplemente para codearse con la “jet-set” y presumir de “famoseo”. Gente a la que Ronda no les debe nada, porque nunca hicieron nada por ella.
Entre las distinguidas personalidades que tienen anunciada su visita se encuentran, al parecer, el cantante Julio Iglesias (quien también conoce de cerca la crueldad de la banda etarra porque secuestraron a su padre), el dichoso Giorgio Armani, metido ahora a sastre de toreros, y la ya habitual en el festejo: Magdalena Álvarez, -“Maleni” para los amigos-, paisana que ejerce en el oficio de Ministra de Fomento y que es más “popular” en Barcelona por el pitote que montó con el asunto del AVE y los trenes de cercanías, que en Ronda, donde sus actuaciones en materia de infraestructuras ferroviarias y autovías brillan por su ausencia.
Como –no hay mal que por bien no venga-, se me ocurre que cuando sus ilustrísimas y los pamplinosos esos “sufran” las pésimas carreteras que nos aíslan del resto del país, o lleguen tarde a la Goyesca por subir a -cámara lenta- desde la cosmopolita Marbella, sus visitas al menos serían de utilidad si al regresar denunciaran el indignante aislamiento que sufre nuestra ciudad. Tú, Giorgio, podrás contar además que los rondeños debemos de ser gilipollas, porque hasta sus hijos más ilustres, en vez de –apostar por lo suyo-, van por ahí promocionando a modistos extranjeros en algo tan nuestro como son los trajes de torero. Tú, Julio, podrías dedicarnos –La vida sigue igual- la próxima vez que la cantes, aunque mucho me temo que aquí nadie continuará las obras esas de las que habla tu canción, sencillamente porque las obras que deberían acabar con el destierro de Ronda ni siquiera han comenzado. Y tú Maleni, haz como los vascos, hija: ¡Ven y cuéntalo!… pero cuéntalo en el próximo Consejo de Ministros, coño.