Y parió la abuela. Después de meses de espera, vueltas y dilataciones, sin añadir los años que ya llevaba uno de los proyectos sobre al mesa de los anteriores responsables municipales, los actuales gobernantes parecen haber tomado una decisión sobre la construcción de un centro de visitantes en la ciudad. Todo hace indicar que se ha terminado de desojar la margarita, y como si se tratase de elegir Papa, tenemos fumata blanca.
Por fin los empresarios interesados han recibido una respuesta. Lejos de que guste más una u otra propuesta, no se puede tener a un inversor dando vueltas por los pasillos hasta que se canse y se vaya, como ha ocurrido en más de una ocasión en nuestra ciudad. Si hay que tomar decisiones, para eso están los políticos, con todas las consecuencias que ello conlleva. Sean buenas o malas. Jugar con el tiempo y el dinero de otros no es buena costumbre, aunque entre la clase política se estile esta actitud más de lo necesario.
Y sin dejar los proyectos, y con el nuevo gobierno Central ya en marcha, toca ir preparando visita a Madrid para defender los proyectos que interesan a Ronda. Esperemos que Harillo tenga razón y ahora que alcaldesa y ministra de Fomento son del mismo color político se entiendan con rapidez.
