Medio millar de personas se dieron cita en la mañana de ayer en el Palacio de Congresos de Santo Domingo para optar a uno de los puestos de figurante que una productora ofrece para el rodaje de una película en la localidad. Los aspirantes tuvieron que armarse de paciencia para poder enfrentarse a la prueba, debido a la gran cantidad de personas que desde primera hora de la mañana hacían cola para ser de los primeros en acceder.
Los participantes también sufrieron una incesante lluvia antes de poder acceder al edificio. Una vez allí, el desánimo fue cundiendo con el trascurso de las horas, ya que la espera llegó ser desesperante. Tanto fue así que no fueron pocos los que cesaron en su intento y abandonaron el lugar.
“Llevamos esperando casi tres horas después de ponernos empapadas, pero no todos los días se tiene esta oportunidad”, afirmaba una joven, que busca hacerse un hueco en el mundo del espectáculo. Y es que al parecer la productora no solo estaría buscando extras para esta película, sino también nuevos talentos con la vista puesta en otros proyectos.
De momento, la firma audiovisual que organizó el casting, Babieka, no ha desvelado muchos detalles sobre la cinta, que llevará por nombre ‘Nameless’. Lo que sí se sabe es que se trata de un ‘thriller’ cuyo rodaje en la Serranía tendrá lugar entre los próximos 30 de junio y 11 de julio.
En cuanto a las razones que llevaron a todos ellos a probar suerte, la más común era la de vivir una experiencia nueva. Aunque la gratificación económica ofrecida por la empresa, de 50 euros por un día de rodaje, también era una razón de peso para otros muchos. “No te saca de nada, pero muchos estamos parados y siempre viene bien”, señalaba otra de las rondeñas que aguardaban su turno.
Este hecho también provocó cierta confusión, ya que en principio se había difundido la noticia de que los seleccionados participarían durante varios días en el rodaje, aunque al parecer finalmente solo será durante una jornada, lo que provocó la indignación de parte de los aspirantes.
Quienes salían de la prueba explicaban que esta consistía básicamente en tomarse dos fotografías y rellenar un cuestionario con en el que había que señalar qué habilidades se tenían. En especial, desde la organización se preguntaba por capacidades específicas como tocar las palmas o montar en bicicleta.
