La huelga general vivida el pasado 29 de septiembre ha dejado algunas cosas claras. Los sindicatos no querían hacerle daño al Gobierno y y viceversa. Algo muy triste para aquellos que realmente creen en la lucha obrera y que han tenido que pagar con su dinero esta huelga de pacotilla que han montado Méndez y Toxo para hacer el papel ante la opinión pública.
Después de una jornada con los sindicalistas, la impresión es muy similar a la existente con un partido político. Los líderes van por una parte y los militantes de base por otra, con una visión muy lejana de los mandamases de turno.
Todos coincidían en señalar que la huelga llegaba tarde y que había pocas opciones de que el Gobierno rectificase con la misma. No obstante, nos quedamos con un detalle positivo de la jornada, y es que los responsables de CCOO en la comarca de Ronda tuvieron un gesto, al reconocer que la huelga había tenido un escaso seguimiento y que los trabajadores les habían dado la espalda. Gesto que les honra y que deberían haber imitado sus jefes a nivel nacional, aunque tomaron la opción de hablar de un éxito que nadie se creía. En nuestra ciudad, los comercios funcionaban a pleno rendimiento y nada o casi nada estaba cerrado. Únicamente la construcción, quizás por aquello de lo afectada que está por la crisis, sí que respaldó de forma mayoritaria la convocatoria. Las grandes obras públicas pararon y pocos empleados se podían ver en el andamio.
En el lado opuesto nos encontramos la más que evidente prueba de que UGT no quería ir a la huela y que casi estuvo obligada a hacerlo. En nuestra ciudad sus afiliados ni aparecieron por su sede, a pesar de que se habían comprometido a ello con sus compañeros de Comisiones Obreras. Triste imagen dieron y, desde luego, poco servicio prestarían a sus afiliados si es que alguno les requirió por algún problema en su empresa. Nunca lo sabremos, porque con la puerta cerrada a cal y canto, nadie sabe si alguien quiso pedirles ayuda. En el local de al lado las llamadas no paraban y una vez tras otra pedían consejo sobre cómo afrontar una huelga que fue poco exitosa.