Instagram es una de las aplicaciones más populares del mundo, con más de 1000 millones de usuarios activos al mes. Es una plataforma que permite compartir fotos y videos con amigos, familiares y seguidores, así como descubrir contenido de otros usuarios y marcas. Sin embargo, como toda red social, Instagram también tiene sus riesgos y vulnerabilidades.
Y ciertamente, el hackeo es una posibilidad real, pues existen apps destinadas a revelar el contenido de Instagram de otra persona, por lo que te invitamos a que conozcas cuáles son las opciones, así como las consecuencias de hacerlo. ¿Estás seguro de que tu Instagram está a salvo?
¿Se puede hackear Instagram?
Según el informe de seguridad de Avast, Instagram fue la cuarta aplicación más atacada por los hackers en 2022. Algunos métodos que usan los ciberdelincuentes son el phishing, el robo de contraseñas o el uso de aplicaciones maliciosas que prometen espiar el Instagram de otra persona.
En esta última categoría, existen aplicaciones como mSpy o Whats Clone que pueden facilitar el cómo hackear Instagram sin correo ni número, pero debes tener en cuenta que esto puede tener consecuencias legales. Por ejemplo, en el caso de parejas o de exparejas, la ley se pone automáticamente del lado de la persona que ha sido espiada, y hay sentencias duras en el caso de que el hackeo haya permitido realizar un seguimiento prolongado o conocer datos íntimos y privados.
Hay que tener esto presente antes de lanzarse a tratar de hackear la app Instagram o espiar cualquier otra app del teléfono de nuestra pareja, ya sea para leer sus mensajes o localizar ubicación. Además, se trata de un hecho que es perseguido en cualquier lugar, porque las comunicaciones de Instagram son consideradas siempre inviolables.
El dilema moral de los hijos adolescentes
Instagram es una de las redes sociales más populares del mundo, con más de 1.200 millones de usuarios activos mensuales. La mayoría de ellos son jóvenes, ya que el 71% tiene menos de 35 años y el 33% tiene entre 18 y 24 años.
Muchos menores de edad también usan Instagram para comunicarse con sus amigos, compartir fotos y vídeos y seguir a sus ídolos. Sin embargo, el uso de Instagram también implica algunos riesgos, como la exposición a contenidos inapropiados, el ciberacoso o la adicción.
Por eso, es importante que los padres y tutores estén al tanto de la actividad de sus hijos en Instagram y les enseñen a usarla de forma responsable y segura. Algunas medidas que se pueden tomar son: establecer límites de tiempo y horarios para el uso del móvil, supervisar las cuentas que siguen y los mensajes que envían y reciben, activar los filtros y las opciones de privacidad y seguridad de Instagram, dialogar con ellos sobre los beneficios y los peligros de las redes sociales y respetar su intimidad y su confianza.
No se recomienda recurrir a aplicaciones de hackeo o espionaje, ya que pueden vulnerar la privacidad y la legalidad, además de generar desconfianza y rechazo en los adolescentes. Lo más efectivo es educarlos en el uso crítico y consciente de Instagram y otras plataformas digitales.
¿Y si descubro que me hackean?
Puede darse la situación contraria. De repente puedo notar que mi teléfono no se comporta de la manera habitual y que Instagram no va como siempre. Puede ser el indicativo de que hay algo que está ocurriendo. Si tenemos una pareja o expareja muy celosa o controladora hay que tomar muchas precauciones.
Muchas personas se dan cuenta de que han sido hackeadas porque tienen la sensación de estar controladas. Por ejemplo, la otra persona aparece en los lugares más insospechados de repente. Nos comunica cosas que no hemos hablado con él o con ella, proporciona una información que es imposible que sepa… Son detalles indicativos de que hay algo que no va bien.
La recomendación en estos casos es la misma, hay que denunciar ante las autoridades esta situación. Principalmente, porque se trata de una violación de las comunicaciones, y, por otro lado, porque puede suponer un riesgo para nuestra integridad. Una denuncia de estas características es tratada en muchos países como una situación similar a la violencia de género, dependiendo del caso, y la acción de los cuerpos de seguridad es inmediata. No hay que andar con medias tintas en estos casos, y hay que comunicar a las autoridades estos hechos. Solo de esta manera podemos recuperar la confianza y tranquilidad.
Espiar Instagram con aplicaciones es una posibilidad real, pero siempre hay que plantearse muy bien el motivo de hacerlo y las supuestas consecuencias penales que pueden tener nuestros actos. Nunca es un capricho o un juego para divertirnos, si hay algo sagrado son las comunicaciones y la privacidad, por lo que no hay que tentar a la suerte.