El pasado 15 de julio nos dejaba el “mago del humor” Francisco Ibáñez en Barcelona, su ciudad natal, a los 87 años. Desde estas páginas nos sumamos a los homenajes que está recibiendo este genio del tebeo español, con algunas de sus viñetas e historietas relacionadas con la astronomía y la astronáutica protagonizadas por sus personajes más emblemáticos: Mortadelo y Filemón.
Francisco Ibáñez Talavera nació el 15 de marzo de 1936, hijo de padre alicantino y madre andaluza, y desde pequeño mostró una gran afición por los tebeos. A los 11 años publicó su primer dibujo en la revista infantil y juvenil “Chicos”. En 1950 empezó a trabajar como botones y posteriormente como oficinista en el Banco Español de Crédito. Paralelamente continuaba dibujando y publicando sus primeras historietas. Finalmente decidió abandonar el banco y ejercer a tiempo completo como guionista y dibujante de tebeos. En 1957 comenzó a trabajar en la Editorial Bruguera y en enero de 1958 nacerían sus famosos e internacionales Mortadelo y Filemón en la revista Pulgarcito. Otros de sus personajes emblemáticos son: Pepe Gotera y Otilio; Rompetechos; 13, Rue del Percebe; el botones Sacarino; Don Pedrito, que está como nunca; UHU y el niño Prudencio; Pepsiman; Doña Pura y Doña Pera, vecinas de la escalera; Kinito; Tete Cohete; Chicha, Tato y Clodoveo de profesión sin empleo; 7, Rebolling Street o La familia Trapisonda.
La dilatada trayectoria profesional de Ibáñez fue reconocida en diversas ocasiones como el Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona (1994), la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2001) o la Creu de Sant Jordi (2021). A través de sus historietas contribuyó a fomentar la lectura en nuestro país, motivo por lo que se intentó, en repetidas ocasiones, que el dibujante fuera galardonado con el Premio Princesa de Asturias aunque sin éxito.
Ibáñez en algunas de sus historias, viñetas y gags introduce elementos y temas astronómicos y especialmente astronáuticos como en el álbum “¡En la Luna!” (2009) con motivo del 40º aniversario de la llegada del ser humano a nuestro satélite. En esta genial y divertida historia el jefe de la T.I.A. (Técnicos de Investigación Aeroterráquea), el Super, crea un equipo para que España diseñe su propio vehículo espacial para alcanzar la Luna. El equipo está formado por el Prof. Bacterio, el diseñador; Pepe Gotera y Otilio, ingenieros aeroespaciales; Rompetechos, el astrofísico; Ofelia, diseñadora de los trajes espaciales y los astronautas Mortadelo y Filemón. En la historieta “La M.I.E.R.” (1999) la protagonista es la construcción de la Estación Espacial Internacional tras la jubilación de la estación espacial rusa MIR. España colabora con la construcción del módulo M.I.E.R. (Misión Intergaláctica Espacial Rebollez) que hará las veces de cocina para la estación espacial. Otro ejemplo es “El cacao espacial” (1984-1985) en la que un conflicto entre las grandes potencias obliga a la construcción de bases espaciales y donde el planeta Saturno y sus anillos protagonizan unas divertidas viñetas. En 1995, en el álbum «El disfraz, cosa falaz», Mortadelo, el genio de los disfraces, aparece con el disfraz más grande y exagerado de su historia: “El Universo”.
