Este sábado 15 de abril se cumplen, exactamente, tres meses desde que el PP de Málaga pidió que se diesen explicaciones sobre la forma en la que la secretaria general del PSOE de Ronda y parlamentaria andaluza, Isabel Aguilera, así como el candidato socialista a las elecciones municipales de Ronda, Francisco Cañestro, consiguieron sus plazas como empleados públicos en la Administración andaluza y provincial, respectivamente.
Un día más tarde, el 16 de enero de este año, el parlamentario andaluz del PP, Daniel Castilla, exigía en Ronda y ante los medios de comunicación que se aclarasen los motivos por los que Aguilera había obtenido su plaza en el Servicio Andaluz de Empleo, y el candidato del PSOE, Francisco Cañestro, había logrado también un puesto público en el Patronato Provincial de Recaudación, un organismo dependiente de la Diputación Provincial de Málaga.
En este sentido, en rueda de prensa, Castilla recordó que la socialista entró en la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE), para posteriormente integrarse como funcionaria en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), sin «presentar ningún mérito ni capacidad para ello, teniendo únicamente como referente ser del PSOE».
El popular matizó entonces que la FAFFE, «como todo el mundo ya sabe fue una auténtica escuela de enchufe y contratos amañados que tenía como único fin dar trabajo a los socialistas», es por ello que el PP quiere saber cómo Aguilera accedió en un principio a esta fundación y posteriormente obtuvo una plaza fija en Ronda.
Por cierto, Aguilera están pendiente de declarar en una comisión de investigación que se ha abierto en la Junta para aclarar cómo se realizaron aquellas contrataciones en la FAFFE.
Sin respuesta
Pues bien, pasados estos tres meses, ni Aguilera ni Cañestro han explicado cómo lograron esos puestos de trabajo fijos en la Administración, y además en Ronda. Todo ello sin haber aprobado ninguna oposición para funcionario, tal y como se le exige a cualquier mortal.
Justo 90 días de silencio y las elecciones municipales están ahí, a poco más de un mes. Hay que tener cara.