Para los que somos del Atleti, lo del Cholo ya empieza a ser como una religión. Intensidad, luchar con menos recursos que el rival, competir, vivir el momento sin pensar más allá. El Cholo ha hecho a los colchoneros creer en ello y tomárselo como algo personal, más allá del fútbol, es una filosofía de vida.
A los rojiblancos, con lo acostumbrados que estamos a sufrir y llevarnos decepciones, nadie nos iba a decir que a estas alturas de la liga, a falta de siete partidos, íbamos a estar líderes, y en Champions peleando por meternos en semifinales con el todopoderoso (y todoostentoso) Barcelona. A eso nos ha llevado el Cholo, con el mismo equipo, o incluso más débil con el que Gregorio Manzano iba con paso firme hacia la segunda división.
Pero al fin y al cabo el fútbol es ni más ni menos que eso, fútbol. “La cosa más importante de las cosas menos importantes” como dicen algunos. Lo que pasa es que los que son del Atleti no es sólo que sean de un equipo de fútbol. Al final, el que es del Atleti lleva consigo intrínsecas una serie de cualidades personales. “Ser del Atleti, es ser buena persona, fíjate lo que te digo”, decía Santi Denia, defensa en la gloriosa época del doblete acerca del sentimiento atlético.
Igual Santi llegó demasiado lejos, pero ser del Atleti es tomarse las cosas con filosofía, pelear, sufrir y llevarse el chasco al final y decir luego, “otra vez será, la vida sigue y aúpa Atleti”. Parecido al “manquepierda” del Betis, otra filosofía que da para libros.
El Cholo ha sumado a eso nuevas características y ha reforzado las de siempre. En los tiempos que corren a todos nos viene bien seguir esos sentimientos: luchar, vivir al día y pelear todos juntos por un objetivo común, pero paso a paso, aunque seamos inferiores al rival, ser incómodos, estar ahí y pelear cara a cara. No sólo es una lectura deportiva, léanlo también cómo un modo de vida: “el Cholismo”, partido a partido.
Piénsenlo, no nos vengamos abajo, algún día habrá que salir del pozo y es mucho más fácil de esta manera que haciendo cada uno la guerra por su cuenta. Pero no lo olviden, como dice Simeone: “Partido a partido, que ahí somos jodidos”.
