Tarde radiante en el centro de Ronda. Suenan cornetas y tambores, lo que anuncia la inminente salida desde la parroquia de Santa Cecilia (Los Descalzos) de la Hermandad de Nuestro Señor Orando en el Huerto y María Santísima Consuelo de las Tristezas.
Arranca la primera fila de penitentes y tras ellos llega el estandarte del Señor. En una maniobra justa, al milímetro, sale el paso de costaleros por el estrecho pórtico de Los Descalzos. «¡Poco a poco, a la izquierda, despacio!, grita el capataz con voz rotunda para que se enteren los de atrás. Ya está en la calle El Huerto, suena el himno de España y rompe el público en aplausos.
Tras el paso de Misterio toca la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de los Ángeles de Sevilla. Se aleja y poco a poco va oscureciendo.
Ya como si fuese un rayo de luz, los focos apuntan incansables hacia el interior de la iglesia, donde suenan cánticos de ángeles que anuncian que ha iniciado su caminar la Señora. La acompañan numerosas mujeres de mantilla y una larga fila de nazarenos con velas encendidas. Resuenan los instrumentos de la Banda de Música Arunda.
El pueblo vuelve a aplaudir. El Lunes Santo rondeño no podía haber salido mejor.