Hemos tenido en líneas generales una buena Semana Santa, únicamente ensombrecida por la lluvia de la jornada del viernes, aunque la gran mayoría de las cofradías rondeñas han podido realizar su estación de penitencia.
No se han producido muchos problemas, aunque quede una crítica hacia la actitud de algunas personas con los desfiles procesionales, y es que se debe un mínimo de respeto hacer las hermandades durante sus estaciones de penitencia. Una avalancha entre los nazarenos para cruzar de acera, como la vivida el Jueves Santo en el Puente Nuevo no es aceptable.
Mientras tanto, en hoteles, casas rurales y restaurantes coinciden en señalar que se ha trabajado bien, aunque muy lejos de las cifras que se han producido otros años, lo que deja muy claro que la crisis también se ha notado en la Semana Santa.
Sin lugar a dudas, a los que hay que felicitar es a los cofrades rondeños, que han demostrado saber estar y seriedad en las calles, lo que viene a resaltar mucho más la buena imagen de la Pasión rondeña, que sigue siendo uno de los momentos más importantes para la Ciudad del Tajo.
Mientras tanto, nuestros políticos han tenido descanso en esta semana. El lunes les tocará volver al tajo, y tendrá que ser con intensidad, porque la ciudad necesita, ahora, más que nunca, una buena gestión municipal.
