En los tiempos en los que andamos, con una importante crisis en nuestro país, con el trasvase de trabajadores de la construcción a la agricultura, nos encontramos con que el avance del actual PGOU da una figura de protección a 17.000 hectáreas que no es precisamente para ayudar al sector.
Parece que los agricultores no salen de un susto cuando están entrando en otro, y ahora se lo han dado los técnicos que están redactando en nuevo Plan General de Ordenación Urbana, que califica como de especial protección 17.000 hectáreas de carácter agrícola de la Serranía de Ronda.
Desde luego, está muy bien el conservar el medio ambiente, pero también hay que mirar por la economía de aquellos que hacen que el campo siga estando conservado y, seguro, son de los que más lo cuidan.
Recientemente hemos asistido a informaciones que apuntaba que fue un error el sacar el ganado de los montes públicos y ahora vuelven como la mejor fórmula para prevenir los incendios forestales, una consecuencia que los ganaderos ya advirtieron a los técnicos de despacho en aquel momento.
Poco tenemos como para ponerlo en riesgo, y ahora que toca el turno a los políticos rondeños para defender los intereses de sus agricultores, que ya han presentado alegaciones y que tratan de hacer entender por perjuicios que una medida de este tipo puede tener para un sector que anda con el agua casi en el cuello.
