Esta semana esta editorial debería comenzar de otra forma, pero no podemos hacerlo por una causa más que justificada, la muerte de un rondeño que dejó gran parte de su vida en que hoy sea realidad una de las empresas más importantes de Ronda.
El fallecimiento del padre de la familia Lázaro ha costernado a muchos rondeños, que en estos días han pasado por el tanatorio para darle su último adiós.
Desde la nada logró crear los sólidos cimientos de una querida familia y un próspero negocio, que ahora continúan sus hijos con gran éxito.
Desde aquí nuestro más sincero pésame y reconocimiento a su trabajo, del que muchos tendremos que aprender.
Por otra parte, no podemos dejar de agradecer las numerosas felicitaciones y la gran acogida que ha tenido este nuevo medio de comunicación en nuestra ciudad.
De antemano, el equipo que cada semana hace posible que La Voz de Ronda acuda a los quioscos les quiere agradecer esa oportunidad que nos han dado, para demostrar, como asegurábamos la pasada semana, que hemos nacido para informar.
Esperamos ser merecedores de su confiaza y lograr que usted sea uno de los asiduos lectores de este medio, que cada sábado llevará una visión independiente de la actualidad al quiosco.