Un año más, y fiel a su cita estival, nuestro planeta atraviesa la órbita del cometa Swift-Tuttle, produciéndose la “lluvia de estrellas” más popular del año: las Perseidas o “Lágrimas de San Lorenzo”.
Las Perseidas son observables desde el 17 de julio hasta el 24 de agosto, incrementándose su frecuencia entre el 10 y el 14 de agosto. Este año el máximo está previsto el día 12 entre las 15h y las 18h. Por tanto, la noche del 12 al 13 de agosto las Perseidas nos puede presentar picos de actividad interesantes. Además, este año la Luna apenas molestará debido a que está en fase creciente y se ocultará pronto, alrededor de las 00:30. La tasa de actividad de meteoros se estima entre 50-100 a la hora en las mejores condiciones de observación, pero estas previsiones siempre son una incógnita que nos pueden sorprender o decepcionar.
Un meteoro o popularmente estrella fugaz es un fragmento de materia interplanetaria, generalmente, no más grandes que la cabeza de un alfiler. Al entrar en la atmósfera a una velocidad superior a los 50 km/s, aumenta su temperatura considerablemente desintegrándose a unos 90 km de altura, como resultado de la fricción atmosférica, originando el conocido espectáculo luminoso que si es muy brillante recibe el nombre de “bólido”. Hay épocas del año en que este fenómeno se observa con frecuencia y son las llamadas “lluvias de estrellas” que acontecen cuando nuestro planeta atraviesa la órbita de un cometa, siendo dicha lluvia un reguero del material que el cometa ha dejado tras sí, y a lo largo de su órbita en sus repetidos viajes hacia el Sol. Las lluvias de estrellas reciben su nombre de la zona del cielo que parece provenir, en el caso de las Perseidas de la constelación de Perseo.
El popular nombre de “las Lágrimas de San Lorenzo” se le dio al coincidir el máximo de las Perseidas, en siglos pasados, con la festividad del mártir español San Lorenzo (10 de agosto). La estrecha relación de esta lluvia con el cometa Swift-Tuttle 1862-II fue revelada por el astrónomo italiano Giovanni Shiaparelli, tras los cálculos de la órbita de las Perseidas realizados entre 1864 y 1866, al coincidir un aumento espectacular de meteoros con la aparición del cometa en 1862. El Swift-Tuttle tiene un periodo orbital de unos 133 años siendo su última visita en 1992.
Para contemplar la lluvia de estrellas debemos alejarnos de las luces de la ciudad, siendo a simple vista la mejor forma de observarlas, pues los telescopios y prismáticos limitan el campo de visión. Una buena hora para comenzar la observación es alrededor de las 2 de la madrugada, localizando Perseo al NE, esta constelación a medida que pasen las horas ascenderá en el firmamento aumentado la posibilidad de ver Perseidas. Como norma general se suele recomendar dirigir nuestra mirada hacia el Norte o el Este, aunque pueden aparecer en cualquier zona del firmamento.
Las Perseidas siempre nos hacen recordar al añorado profesor, artista y amigo Paco Marín y como todos los años, desde que nos dejó, la Asociación Senderista “Pasos Largos” organiza una ruta nocturna y astronómica que este año se llama “Ruta al Pilar de Coca y observación del cielo de verano en recuerdo de Paco Marín”. La ruta será el sábado 10 de agosto y el punto de partida en la explanada junto a Asprodisis a las 20h. En esta actividad-homenaje colaboran la Asociación por los Caminos Públicos Serranía de Ronda, los Conservadores del Legado de Paco Marín y la Asociación Astronómica Serranía de Ronda “Abbás Ibn Firnás”.