Los constantes cambios que sufre el mundo en lo que respecta al clima y a ciertos eventos meteorológicos han hecho que mucha gente ponga el foco en el cambio climático. Son muchas las actividades que favorecen estos cambios y, entre ellas, se encuentra la deforestación de bosques en distintas partes del mundo. Si bien es una actividad que puede ser perjudicial para el medio ambiente, existen a su alrededor una serie de mitos, la mayoría de ellos infundados.
La tala de árboles es sinónimo de deforestación
Aunque ambos términos son bastante diferentes, es común verlos mezclados entre sí. La tala rasa de bosques es una práctica en la cual se eliminan bastantes árboles, la mayoría de ellos ya ancianos, para favorecer el crecimiento de otros más jóvenes. Por otro lado, la deforestación hace referencia a la tala de árboles sin ninguna idea de reforestación posterior.
En general, la tala de árboles es una actividad sostenible que promueve el crecimiento de árboles más vigorosos y fuertes que los que había anteriormente, mientras que la deforestación solo busca el beneficio inmediato al obtener materias primas. Se puede considerar que tala es igual a deforestación cuando el ser humano elimina árboles de una zona natural para construir carreteras, líneas de tendido eléctrico, etc.
La tala conduce a la deforestación
Partiendo de la información mencionada anteriormente, la tala puede conducir a deforestación en algunos casos en los que no se plantea plantar nuevos árboles en la misma zona donde se han talado los árboles viejos y/o necesarios para la actividad comercial. En general, la mayoría de gobiernos impone a las empresas madereras el replantar nuevas unidades de árboles para mantener el equilibrio. Mientras que en zonas como Asia o Latinoamérica esto no se cumple de forma habitual, en EE.UU o Canadá la situación es muy diferente.
Además, no es la tala la principal causa de deforestación, como a menudo se cree, sino la agricultura, especialmente en situaciones en las que se talan zonas enteras de un bosque para ampliar la tierra de cultivo.
La carne de vacuno es el único alimento relacionado con la deforestación
Si bien es cierto que se talan bosques para proporcionar nuevas y/o mayores zonas de pastoreo a los animales, esto mismo también se hace para ganar más terreno para cultivar, especialmente en los casos de la soja y la palma de aceite.
La soja es muy versátil y sirve tanto como forraje para ganado como alimento para los humanos en diferentes formas. Por su parte, el aceite de palma es un elemento muy demandado en farmacia, cuidado personal, producción de biocombustibles o productos de alimentación. Por tanto, no se puede decir que la carne de vacuno es el único alimento que lleva a la deforestación.
Evitar productos que contienen aceite de palma disminuye la deforestación
Por desgracia, reducir el consumo de aceite de palma no es ninguna garantía de disminuir la deforestación, pues el terreno que se usa para el cultivo de palma perfectamente podría ser utilizado para cultivar otras plantas. En general, los productores de aceite de palma tienen compromisos de deforestación cero; por otro lado, la palma de aceite es la planta que contiene más aceite, con lo que requiere menos extensión de cultivo que otras plantas.
Por tanto, y sabiendo que el aceite de palma supone una fuente importante de las necesidades de aceite vegetal del mundo, la mejor manera de contribuir a solventar el problema es consumir aceite de palma que provenga únicamente de productores respetuosos con la deforestación.
Además de estos, existen otros mitos relacionados con la deforestación, los cuales no son de ayuda para resolver el problema pues conducen a desinformación. La única manera de actuar correctamente es informarse y consumir solo productos que hayan sido producidos de forma responsable y ética con el medio ambiente. Si es productor o posee una masa forestal, la teledetección puede ayudarle a controlar la deforestación, vigilando que se cumplen las condiciones de reforestación o si se está produciendo tala ilegal.
