La pandemia del coronavirus lo ha cambiado todo en nuestro día a día. Las empresas han tenido que amoldarse al teletrabajo, las familias han tenido que guardar las distancias y los estudiantes se han topado con las clases virtuales y las alternancias de horarios.
Negocios que se reinventan para seguir adelante, empresas que se digitalizan para seguir creciendo o subsistiendo y, también, personas que deciden ampliar su currículum a base de seguir estudiando. Tanta incertidumbre y tantos cambios han hecho que solo haya algo claro: la búsqueda de nuevas oportunidades.
Estudiantes que ya habían terminado su carrera académica o aquellos que simplemente buscan ampliar sus posibilidades. Durante los 3 últimos meses, el 93% de la población española ha estado utilizando internet, y gran parte de ese porcentaje tiene que ver con este afán por seguir aprendiendo y buscando nuevos caminos.
Caminos que se encuentran a través de propuestas como los Máster de ENyD. La Escuela de Negocios y Dirección, en colaboración con la Universidad Europea Miguel de Cervantes, es una de las entidades que más ha aportado a este nuevo ecosistema. A través de una amplia oferta de másteres online, está permitiendo a muchos retomar el hábito del estudio.
Estudiar por internet, sea un curso o un máster como en este caso, es algo que surge en un contexto en el que el formato de clase tradicional no es viable, o al menos no es seguro, y más cuando numerosos focos proceden del ámbito educativo.
Gran incremento de los estudios online
El sector está creciendo a pasos agigantados, pero hay varios factores que han llevado a esta situación. La pandemia ha sido el detonante, un empujón para algo que se estaba fraguando desde hacía tiempo.
En España, más del 90% de los hogares cuenta con una conexión a internet según datos recogidos en 2019, creciendo a lo largo de todo el 2020.
Los estudiantes, al mismo tiempo, son cada vez más propensos a utilizar las nuevas tecnologías. Las conexiones mejoran, los medios también, incluso la metodología digital ha ido ganando terreno como una fórmula más eficiente, más interactiva y más interesante tanto para docentes como para alumnos.
Aunque no todos los centros han conseguido amoldarse bien a las clases virtuales, las instituciones que ya llevaban tiempo realizando este ejercicio de conversión a los nuevos sistemas, son las que se han visto más beneficiadas.
Ese es otro de los grandes motivos por el que la enseñanza a través de internet ha crecido. Para los que quieren seguir formándose, sea a nivel oficial, curricular o por mera inquietud, tienen en la red cientos de oportunidades distintas.
Desde cursos homologados con una sencilla titulación hasta másteres de posgrado avalados por grandes universidades. Un gran atractivo para el que busca crecer principalmente a nivel profesional, y a lo que suma una globalización que ha derribado cualquier posible barrera y/o frontera en el ámbito digital.
A esto se suman otros factores. Los cierres de empresas y los ERTE han llevado a muchos trabajadores a tener más tiempo que antes, y han aprovechado esta situación para retomar estudios, para lanzarse a por aquello que dejaron parado o para buscar una nueva meta profesional.
Todo eso ha conformado una situación propulsada por las nuevas medidas de seguridad. Los confinamientos en diferentes partes del país, la imposibilidad de mantener la rutina diaria de siempre y la premisa de una red de redes que siempre ha estado presente, pero ahora más que nunca.
Las opciones no están faltando y los recursos son cada vez más amplios y fiables. La nueva normalidad llegó de forma temporal, y muchas ciudades vuelven a cerrarse a causa de una pandemia que ha pillado al mundo entero de imprevisto. Al menos, todo esto está sirviendo para que haya quienes tienen otra oportunidad para ampliar conocimientos y aspirar a nuevas metas.
Las plataformas online se han diversificado y las posibilidades se han multiplicado. Estudiar online es algo de lo más corriente y poco a poco empieza a asentarse como un nuevo estándar.
