Recientemente, concretamente el día 8 del pasado mes de marzo, se cumplió el primer aniversario de la puesta en funcionamiento de la pasarela turística que recorre las cubiertas exteriores de la colegiata de Santa María la Mayor, y los resultados son bastante positivos, según los datos que maneja la parroquia.
Y es que en su primer año se ha registrado un importante incremento de visitantes al tempo, debido en gran medida a esta nueva infraestructura desde la que se puede observar gran parte del casco histórico de la ciudad, e incluso de la Serranía.
A lo largo de 2017 se produjeron 5.000 visitas individuales más a la iglesia de las que se habían registrado en años anteriores. A ese incremento hay que sumar el de los grupos, que de momento no se ha llegado a contabilizar.
Hay que recordar que Santa María, con algo más de 100.000 visitas al año es, junto con el Puente Nuevo y la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería, uno de los monumentos más demandados por los turistas que llegan a la ciudad.
Además del atractivo que ya de por sí ofrece la colegiata, a ello se le ha unido la posibilidad de contemplar la ciudad de Ronda de forma cómoda y relajada. Para hacer realidad estas vistas, se ha situado una tarima de madera, lógicamente asegurada con una barandilla y bancos para sentarse y contemplar los paisajes que ofrece el edificio más alto del casco histórico de Ronda. Todo ello causando el mínimo impacto visual en este legado de todos los rondeños que se empezó a construir en el siglo XIV y se finalizó en el XVII. En este inmueble, de gran valor arquitectónico, se pueden contemplar los estilos árabe, mudéjar, gótico, renacentista y barroco.
La pasarela, con una superficie de unos 200 metros cuadrados y con una barandilla de 90 metros de longitud, recorre tres partes de la colegiata, los dos laterales y la trasera, las menos vistas por los turistas y los rondeños.
Además de contemplar unas vistas inigualables de la ciudad, también ofrece la posibilidad de ver el interior del templo desde el mismo techo, lo que permite observar todos los detalles del artesonado de la zona superior, que desde el suelo son prácticamente inapreciables.
Igualmente, los puntos de luz que recorren la pasarela se han camuflado a la perfección en el suelo y barandillas, con lo que no ha sido necesario tocar ninguna de las históricas piedras de Santa María.
Tras subir los 70 escalones que están situados en la escalera de caracol, empieza el paseo, en el que la seguridad y la comodidad están presentes en todos los rincones. Además de la tarima de madera de la pasarela, se han situado bancos con el mismo material para que los visitantes puedan sentarse y contemplar los paisajes de forma relajada.
Su recorrido está incluido en el precio de la visita a la colegiata, aunque para los rondeños, presentando el DNI, es totalmente gratuita. Eso sí, por razones de seguridad no puede haber más de 40 personas el mismo tiempo en la pasarela, por lo que igual, en momentos puntuales, hay que aguardar cola.
Este proyecto se ha complementado con una iluminación artística para que se pueda observar toda la magnitud del edificio durante la noche.