La Guardia Civil ha detenido a 18 presuntos integrantes de una organización criminal que se dedicaban al tráfico de drogas entre Marruecos y España por vía área. Entre los detenidos, en el marco de la operación Andalusía-Serranía, están el cabecilla de la organización y los supuestos pilotos de los helicópteros que utilizaban para introducir hachís en España. Los vehículos aéreos también han sido intervenidos.
Los miembros de la organización, que ya han pasado a disposición judicial por el Juzgado de Instrucción nº 4 de Torremolinos, disponían de un importante cuerpo logístico encargado de conseguir los helicópteros y el combustible. Según la Guardia Civil, se tratan de aeronaves ligeras y potentes fabricadas en Alemania, con capacidad para transportar hasta 900 kilos de hachís y varios pasajeros.
En los últimos seis registros, cuatro de ellos en Málaga y Sevilla, con los que se dio por desmantelada a la organización, la Guardia Civil intervino tres vehículos, numerosos teléfonos móviles, instrumentos de vuelo, relojes de gran valor y 18.000 euros en efectivo.
Además, la organización tenía con un amplio carácter organizativo y jerárquico y contaban personal que se encargaba de vigilar las naves y las fincas donde ocultaban tanto los vehículos como la mercancía.
La operación comenzó a principios de 2017
La Guardia Civil ya incautó un helicóptero de la organización a principios de 2017, cuando comenzó la operación, en una finca en la Serranía de Ronda. No obstante, la banda criminal logró introducir otra aeronave de forma ilegal en España, que también fue interceptada el 9 de diciembre, cuando realizaba un narcovuelo desde Sevilla hasta Marruecos.
Segunda fase: interceptado un nuevo helicóptero
Este segundo helicóptero fue interceptado el pasado 9 de diciembre, cuando realizaba un supuesto “narcovuelo” desde Sevilla hasta Marruecos.
Los agentes observaron cómo el helicóptero volaba a muy baja altura y sin ningún tipo de luces, por lo que se activó un amplio dispositivo para su localización e interceptación, la cual se produjo finalmente en una finca situada en la localidad de las Cabezas de San Juan (Sevilla), logrando en ese momento la detención de tres componentes de la organización, entre ellos el piloto y uno de los máximos responsables.
En la posterior inspección del helicóptero en tierra se pudo comprobar que no llevaba carga, si bien todo hacía indicar que pudieran haber arrojado la mercancía durante el vuelo ante la sospecha de haber sido detectados.
En esta finca se localizó el camión utilizado para el transporte de dicho helicóptero, así como diferentes instrumentos utilizados por los pilotos para llevar a cabo los vuelos nocturnos. El piloto del helicóptero es un ex militar, de origen Serbio y afincado en Suiza, el cual goza de una amplia experiencia en vuelos nocturnos.
A raíz de la interceptación del segundo helicóptero se realizaron cuatro registros en domicilios en las provincias de Málaga y Sevilla, y el registro de una nave sita en la localidad de Osuna (Sevilla), donde esta organización tuvo oculto el helicóptero antes de ser trasladado a la finca de las Cabezas de San Juan (Sevilla).
La organización desmantelada disponía además de una importante rama logística encargada de conseguir los helicópteros, el combustible, naves donde ocultar las aeronaves y fincas desde donde iniciar los vuelos. También con personal que se encargaban de vigilar las mismas y mecánicos para mantener a punto en todo momento los helicópteros. Se trata de aeronaves potentes y ligeras, fabricadas en Alemania, con capacidad para varios pasajeros, si bien los narcotraficantes las adaptaban para transportar mayor cantidad de droga, hasta 900 kg.
La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Guardia Civil de las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de la Guardia Civil de las Comandancias Sevilla y Málaga, la Unidad de Helicópteros de la Guardia Civil de Sevilla, por agentes del Grupo de Reserva y Seguridad nº 2 de Sevilla así como diversas Unidades de Seguridad Ciudadana de ambas Comandancias. Todo ello coordinado por la Fiscalía de Málaga y el Juzgado de Instrucción nº 4 de Torremolinos, siendo puestos todos los detenidos a disposición judicial de este último.
