Efectivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga realizaron registros domiciliarios en Ronda en la jornada de este pasado miércoles, dentro del marco de la operación que se ha puesto en marcha junto con la Policía Nacional para desmantelar a la banda que ha reventado con explosivos al menos doce cajeros automáticos de diferentes entidades de la provincia de Málaga en los últimos meses.
Aunque las autoridades mantienen el más absoluto hermetismo sobre la investigación, tras haber declarado el juez el secreto del sumario, Diario Ronda ha podido saber que miembros de la Guardia Civil se desplazaron en la madrugada de este pasado miércoles hasta la Ciudad del Tajo, con el objeto de realizar registros domiciliarios en busca de pruebas y de material que sirvan para inculpar a los cuatro sujetos que han sido detenidos en relación con este caso.
Lo que se desconoce de momento es el lugar o lugares en el que se han realizado estos registros, y si han dado resultados positivos.
De momento, según se ha informado desde la Subdelegación del Gobierno, hay cuatro personas detenidas, dos británicos y dos españoles, y otra persona investigada, aunque no se descarta que en las próximas horas se produzcan más registros y detenciones, ya que la investigación aún sigue abierta.
Pese a que un principio los investigadores creen haber dado con la banda que usa gas acetileno para reventar las máquinas y acceder al dinero, las fuentes consultadas aseguraron que los registros domiciliarios previstos en el operativo permitirían conocer si detrás de los ataques registrados desde el pasado mes de julio a lo largo y ancho de la provincia de Málaga hay una sola organización criminal o si por el contrario hay más grupos implicados con algún tipo de conexión, ya que el gas que tradicionalmente han usado este tipo de bandas se ha venido alternando con un explosivo con mayor poder destructivo según la sucursal.
En cualquier caso, las actuaciones policiales desarrolladas en varios municipios (Marbella, Estepona, Coín y Ronda) o incluso en Granada, sugieren una amplia infraestructura que habría dificultado el trabajo a los investigadores durante tanto tiempo. Entre los detenidos se podría encontrar el dueño de un taller de vehículos localizado en San Pedro de Alcántara.
Las primeras en sufrir los ataques fueron tres máquinas del Banco Santander en apenas veinte días, dos en la capital y una en La Cala del Moral, esta última oficina hecha añicos por la cantidad de explosivo utilizada. El radio de acción se amplió entre septiembre y octubre a Alhaurín el Grande, Monda y Marbella, municipios en los que la víctima pasó a ser Unicaja y donde ya empezó a detectarse el acetileno. De nuevo Marbella, Mijas en dos ocasiones, Guaro y Ojén se sumaron a la lista con ataques contra ambas entidades con distinta suerte, ya que algunos se quedaron en tentativas. En algunos casos, los agentes comprobaron cómo lo autores dejaban explosivos a modo de trampas y clavos en las calles colindantes para dificultar posibles persecuciones, tal y como la Policía Nacional comunicó por escrito a las policías municipales.