Y Pedro se tiró al charco o se lanzó al agua o se… el caso es que ha dado un zapatazo y se ha cargado toda una ejecutiva con su líder, Tomás Gómez, a la cabeza. Desde que Penélope soltó aquel “Pedroooo” en una gala de los “Óscar” nadie había gritado tanto ese nombre. Las razones para hacer esto, por lo visto los últimos días, pueden ser dos.
La primera es que van a investigar lo sucedido por el sobrecoste del tranvía de Parla, ciudad de la que Gómez fue alcalde durante ese periodo. Pero claro, si se carga al Secretario de esa federación por eso ¿cómo permite que en Andalucía los que son investigando por fraude continúen como aforados en la comisión permanente del Parlamento Andaluz sin hacer nada? ¿O cómo permite que en Bollullos se presente a la alcaldía un, no imputado ni investigado si no en libertad provisional y pendiente de juicio tras pagar una fianza millonaria? Por no hablar de otros de los muchos casos que le asolan por nuestra Andalucía sin que nadie haga nada.
La segunda es por los malos resultados que se auguraban iban a obtener en las próximas elecciones a la Comunidad de Madrid en la que Tomás Gómez se presentaba como candidato. De ser ésta última ¿había que hacer este escarnio público? ¿Tenía que levantar ese halo de sospecha sobre uno de los hombres fuertes de su partido? ¿No hubiera sido más fácil quitarlo de candidato simplemente? Claro, que entonces tendría que dimitir hasta él, ya que las encuestas últimamente no le van bien a ninguno de su partido.
Pedro ha querido dar un golpe en la mesa, cuando muchos de su partido no entendían el pacto firmado con Rajoy hace unos días, le llovían las críticas y le ven como un líder frágil, ha querido reafirmarse en el puesto, antes que otros, u otra que ya sabemos quién es, le mueva la silla. Un golpe de autoridad que dudamos si le saldrá bien o no, pero al menos sabemos que de dar golpes entiende.
