Dichosa bruja (Vanessa Melgar)

Lo de las carreteras es un cachondeo. Debemos ser los tontos de la provincia. Nadie nos hace caso pero es que tampoco nos quejamos. Resulta que se crea una Plataforma por la Mejora de las Comunicaciones en la Comarca de Ronda y resulta que yo no la escucho reivindicar nada. Esta semana hemos comprobado con imágenes un terrible hundimiento de la carretera entre Ronda y Algeciras, en Gaucín. El asunto es gracioso. Resulta que algunos periodistas, entre ellos yo, tuvimos que ir a la Estación de Gaucín por el fallecimiento de un hombre que se encontraba haciendo barranquismo en el Cañón de las Buitreras y resulta que, claro, nos topamos con el hundimiento que, al parecer, ya llevaba tiempo. Y yo me pregunto si alguien lo iba a denunciar, dícese alcaldes, la Plataforma, la oposición, vecinos… ¿Si no pasamos por allí no sale a la luz? No entiendo. Afortunadamente pasamos y el desprendimiento ha salido hasta en las noticias nacionales. Otro importante hundimiento se produjo a la altura de Benadalid y también “ni mú”.

Quiero decir con estos ejemplos que tenemos ‘caminos de cabras’ pero más grave aún es el problema de actitud de muchos políticos. Esta semana también he sido testigo de una conversación muy jugosa entre varios alcaldes de la comarca. Una de ellas ha propuesto acudir a la Diputación para pedirle a ésta que presione a la Junta en el arreglo de la carretera entre Ronda y Málaga en la que otro hundimiento, muy gracioso, obliga a dar un rodeo de unos 16 kilómetros para ir a Málaga. Pues resulta que otra alcaldesa, de otro partido, claro, lo primero que se le ocurre es sacar las uñas y empezar con la batalla PP-PSOE al decir que “antes sería mejor arreglar las carreteras de nuestros pueblos, las que pisamos todos los días”. Y la conversación acabó con un “no tenéis remedio”. Pues resulta que esta anécdota es un buen ejemplo del trabajo de algunos necios y necias que hay gobernando en la comarca que no hacen más que mirarse el ombligo en el que consideran su feudo con actitudes más que sectarias y están preocupados de salir de alcaldes y alcaldesas en las próximas elecciones por encima de todo. A lo mejor es que para salir de la Serranía no hay que pasar por esa carretera o, a lo mejor, esta alcaldesa ha construido un helipuerto en su pueblo y no nos hemos enterado.

Ya está bien. Ese es el problema de esta comarca, que cada uno quiere caminar por su lado, incluida Ronda. Se necesita conciencia de unión. Es la diferencia con otras comarcas en las que los partidos políticos aparcan sus siglas por el bien de su comarca, pero de verdad. Y resulta que esa Plataforma en la que están representados todos los partidos políticos de Ronda y, según me cuentan, también los alcaldes de la comarca, entre otros colectivos, no dice nada. Está callada. Pues resulta que estoy cabreada. El asunto de las carreteras está manido. Empiezo a pensar, a imaginar, que alguna bruja malvada, con nariz de pimiento y pelo de fregona, nos echó una maldición hace muchos años y nos ofreció un trato: malas carreteras a cambio de un patrimonio natural que no se puede equiparar a ningún otro.