Queridos Artur y Josep Antoni:
No os merecéis que pierda el tiempo con vosotros, mucho menos una reprobación por parte del Parlamento de Andalucía (menos si esto además sirve para la nueva disputa del “y tú más” por parte de PP y PSOE) en eso tenías razón Josep Antoni, no es necesario. Pero no obstante quería escribiros esta carta para que sirva, de una vez por todas, de punto y final para mi desencuentro con vosotros. La voy a escribir en español, espero que la entendáis. La iba a escribir en andaluz pero igual me llamabais maleducado porque vosotros no sabéis hablarlo. Los hay mal pensados ¿verdad amigos respetuosos con los demás españolitos? “To eh pa´na”.
Dejad de insultar a los andaluces y a las ayudas que reciben nuestros agricultores, podríamos tirar de hemeroteca y demostraros que estas ayudas se aprobaron con vuestro apoyo y voto a favor en el Congreso. Dejad de cuestionar dónde va ese dinero, podríamos demostrar que la industria catalana recibe muchísimo más. Dejad de menospreciar el habla y la cultura andaluza, podríamos vacilaros de los Premios Nobel de literatura y quedaríais en paños menores al no tener ni un Nobel que echaros a la boca, además habéis intentado adueñaros de Picasso poniendo un museo y todo a su nombre, cuando todo el mundo sabe que el genial pintor no era de por allí, era de muy cerca de donde escribo esto, concretamente de Málaga.
Si queréis desviar la atención sobre vuestra incapacidad para gobernar Cataluña, donde lo único que sabéis hacer es recortes y desplazar balones fuera para que no os digan nada, habéis tocado en hueso, porque esta polémica pasará y todos sabrán de vuestra incompetencia.
Dijo una vez Gonzalo de Córdoba, el Gran Capitán, cuando se le sublevaron las tropas y un soldado, amenazando herirle, le puso sobre el pecho su puñal — ¡Mira, que sin querer no me hieras!..— pues eso mismo os podría decir a vosotros, estadistas catalanes “— ¡Mira, que sin querer no me insultes!—“Además de una cosa que debéis saber “no insulta quien quiere, sino quien puede” y vosotros hace tiempo que perdisteis la capacidad de darnos lecciones de nada a los andaluces.
