Los que ya peinamos canas, o no las peinamos porque no tenemos pelo para ello, ya hemos pasado alguna que otra crisis. De todas ellas hemos salido, de ésta aún no pero esperamos que no dure mucho más, o al menos tengamos fuerza para aguantar hasta que termine, uff.
Los motivos de la crisis son muchos y variados, a estudiar estos motivos se dedican todo tipo de economistas, abogados y muchos profesionales más. De algo podemos estar seguros, esta crisis sería mucho menor si el Estado hubiera tenido los ingresos de muchas empresas que se privatizaron en su momento: Telefónica, Tabacalera, Endesa, etc. Con estas empresas que daban enormes beneficios al servicio del Estado no habríamos tenido que congelar e incluso bajar sueldos y pensiones, ya que el déficit que se produce por gastos no previstos se hubiera podido recuperar, al menos en parte, con los beneficios que tenían esas empresas.
Aún recordamos las protestas de muchos trabajadores con estas privatizaciones, el “stock options para todos” que nos reflejaba cómo los consejeros de esas empresas, nombrados en su mayoría por los políticos, se hacían con el control de las mismas para ellos, dejando a los trabajadores sin esas opciones y haciendo de un beneficio para todos un negocio para unos pocos. Esos que con la venta de las stock options se hicieron de oro o se quedaron al mando para repartirse los grandes beneficios que han dejado de ingresar las arcas públicas.
Ahora una de las empresas que se hicieron privadas en aquella época ha contratado a un ex presidente como asesor por 200.000 € anuales. Una de las empresas que fue beneficiaria de los 1.9 billones (si, con b) de euros para paliar el “coste de transición a la competencia”. La vida de un ex es siempre dura, pero cuando está dulcificada con unos cuantos millones lo es menos, y recibir un sueldo de una empresa a la que has privatizado e indemnizado puede ser todo lo legal que queramos, pero de ahí a la ética hay un paso grande. Cómo para dar lecciones.
