Se pone uno escribir después de comprobar que la lotería de Navidad se ha olvidado de mí persona como es habitual cada año. Y, por tanto, con esa pequeña sensación de frustración que siempre deja el saber que esos sueños que cada uno compone la noche antes de que los pedantes niños de San Ildelfonso nos los destrocen llevando el dinero casi siempre donde más hay. Probablemente porque son los que más dinero tienen los que más invierten también en ese ritual en el que se ha convertido un sorteo que todos los años deja muchos más descontentos que los pocos afortunados cuyos rostros hemos visto en los informativos de todas las cadenas.
El consuelo de que nos queda la salud tampoco es tan grande, con los años uno va teniendo sus achaques que no tienen porque mejorar por escuchar un par de villancicos, y por tanto es el día propicio para sentarse a escribir y despotricar de las autoridades correspondientes, que seguro que algo mal habrán hecho. En casa tenemos claros ejemplos, como la situación del colegio Cervantes o esa adjudicación de la grúa que dos años y medio después se tendrá que reiniciar porque la realizaron de tal manera que al juez, por cierto un viejo conocido por su paso por Ronda, donde dejó imprenta de buen jurista y mejor persona, no le ha quedado más remedio que ordenar retrotraer el proceso a como estaba 30 meses antes. Pero al final he decidido que también los políticos tendrán sus problemas en estas fechas y me decido por limitar mí columna a una sincera felicitación para todos los rondeños, clase política y personal adyacente incluidos, y posponer las quejas que uno pueda tener para un próximo encuentro con ustedes, ya en el inicio de un 2011 que promete ser de todo menos aburrido con la que se nos viene encima políticamente hablando, y en nuesrto escribiendo, que me parece que la cosa dará para mucho .
Así que Felices Fiestas y prosperó año nuevo para todos y gracias por haber estado con nosotros en 2010.
