Nos encontramos ya con la precampaña electoral lanzada oficialmente por el PSOE y eso parece que pone nervisio a más de uno entre las filas socialitas. Esta semana me consta que hemos tenido un par de noches de teléfonos calientes, por no decir que echaban humo, en lo que parece ser un intento de reorganizar el divido sector crítico que existe en esta formación política, aunque permanece agazapado y sin querer asomar la cabeza, como aquel que espera algo pero no sabe cuando podría llegar. Pero no se ha quedado la cosa en llamadas de teléfono hasta altas horas de la noche. Los suversivos también fueron convocados a una reunión conspiratoria. El lugar no podía ser más adecuado a la larga lista de conspiraciones políticas de la ciudad: una venta a las proximidades de la ciudad. No obstante, hubo algunos que optaron por no acudir al desconfiar de los convocantes de la misma.
Los más probable es que el sector oficialista esté al tanto del encuentro, si es que la KGB socialista sigue funcionando como antaño, cuando unos y otros tenían infiltrado al enemigo político.
No obstante, lo llamativo de todo esto es que algunos en el PSOE quieren moverse contra Cañestro y Marín Lara pero no terminan de atreverse. Quizás buscando una estrategia paralela que siempre les ha dado buen resultado, aunque en esta ocasión parece que los despachos de la dirección socialistas respaldan al tandem Marín Lara-Cañestro.
No son nuevos los moviemientos de este tipo entre los socialistas rondeños, y mucho menos cuando llegan las elecciones. Si nos atenemos a las encuestas, los puestos de salida fríos no son tantos, y seguro que nadie quiere estar en los denominados como zona caliente, y es que la diferencia entre entrar y quedarse a las puertas puede ser mucho. Pero Marín Lara ya ha demostrado en otros partidos que se maneja bien en esos líos, aunque ahora puede que sean muchos los llamados a la casa del pueblo.
